Tres organizaciones profesionales que representan a hoteleros y profesionales del turismo anunciaron el viernes que habían presentado un recurso ante el Consejo de Estado para cancelar la reintroducción de la exención fiscal de la que disfrutan los alquileres tipo Airbnb. La semana pasada, varios parlamentarios movilizados sobre el tema, entre ellos el senador comunista Ian Brossat y el diputado ecologista Julien Bayou, anunciaron también un recurso ante el máximo tribunal administrativo «para que el Gobierno aplique la ley que el Parlamento ha aprobado».
La causa fue un contratiempo que se produjo durante el examen del presupuesto estatal aprobado a finales de 2023: el gobierno se olvidó de suprimir un artículo presentado por la oposición que reducía significativamente la desgravación fiscal para los alojamientos turísticos amueblados. A mediados de febrero, una nota del Boletín Oficial de Finanzas Públicas dedicada a los impuestos reintrodujo esta reducción fiscal de hasta el 71% de la facturación generada por el alquiler de alojamientos turísticos amueblados.
Esta reintroducción «sembra confusión entre los representantes del sector sobre la voluntad real del Gobierno de regular los alojamientos turísticos amueblados y poner fin a la optimización fiscal de la que se beneficia esta actividad desde hace muchos años», denunció el viernes la asociación de turismo profesional ( AToP), el grupo de hoteles y restaurantes de Francia (GHR) y la unión de comercios e industrias hoteleras (UMIH).
«Es tanto más incomprensible cuanto que el Gobierno acaba de anunciar un plan de ahorro de 10.000 millones de euros», afirman los profesionales en un comunicado de prensa. Por lo tanto, estas organizaciones “han tomado la decisión conjunta de presentar una demanda por exceso de competencia ante el Consejo de Estado contra el Ministro de Economía (…) para solicitar la suspensión inmediata de la investigación fiscal y luego su cancelación por parte del juez”.
Patrick Hayat, presidente de la AToP, subraya que esta medida “tomada en total oposición a los deseos del legislador, representa un coste para el Estado de 330 millones de euros según el Consejo de las Deducciones Obligatorias”. Por iniciativa de parlamentarios de varias partes, el artículo adoptado durante el examen del proyecto de presupuesto 2024 preveía reducir la reducción fiscal al 30% en las zonas con dificultades para acceder a la vivienda.
El Gobierno, si hubiera aceptado revisar el nicho impositivo, se mostró desfavorable a la idea de reducir la reducción en esta medida, y podría haber eliminado la medida del texto al utilizar el artículo 49.3 pero lo había abandonado por “error”. La reintroducción de la reducción se decidió para «limitar las consecuencias de una aplicación retroactiva», según el ministerio.