Aunque Bercy recibió esta semana a distribuidores y fabricantes, otros actores están preocupados por su suerte. El ministro de Economía, Bruno Le Maire, recalcó el jueves su objetivo de «romper definitivamente la espiral de precios» con nuevas negociaciones comerciales «a partir de septiembre». Sin embargo, «la agricultura francesa no puede ser la variable de ajuste de las negociaciones que se inician», afirmó el viernes a BFMTV Arnaud Rousseau, presidente de la FNSEA y del grupo Avril.

“Durante casi diez años, la deflación en la agricultura ha empobrecido al sector. Hemos logrado con las leyes Egalim santificar la materia prima agrícola. Probablemente haya grandes jugadores que tuvieran grandes márgenes. En este esfuerzo colectivo, debemos asegurarnos de que esto no se haga a costa de los agricultores”, subraya el gerente. Sobre todo porque con esta inflación y el aumento de las materias primas, “vemos que un cierto número de nuestros compatriotas ya no pueden alimentarse”, advierte Arnaud Rousseau. El presidente de la FNSEA, en particular, pidió a Bruno Le Maire recibir a los representantes de los agricultores para «garantizar que en esta negociación que se abre, la agricultura no sea la variable del ajuste», repite.

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Una observación compartida por Dominique Chargé, presidente de la Cooperación Agrícola, también invitada el viernes en BFMTV: “La caída de los precios no debe ir en detrimento de los agricultores franceses. Esta situación nos lleva a notar una disminución en el rango [de producción]”. A esto se suman los costos de producción que siguen aumentando debido a la inflación. «Hemos recuperado cierta estabilidad, pero los costes seguirán siendo estructuralmente elevados», explica Dominique Chargé, antes de añadir que «la energía nos cuesta el doble que hace dos años y los salarios han aumentado, con razón, un 10%».

El presidente de la Cooperación Agrícola, también productor, cuestiona también el funcionamiento del mercado: “Mis gallineros ecológicos están vacíos porque ya no tenemos mercado e importamos pollos ucranianos masivamente. Necesitamos un shock de competitividad y simplificación normativa para suministrar productos agrícolas que el mercado exige hoy y que ya no podemos hacer”. Todos estos son temas que se discutirán durante las próximas semanas con el Ministro de Economía.