Los franceses no son los únicos que abordan el espinoso tema de las pensiones. Dieciocho meses después de aumentar la edad de jubilación de las mujeres de 64 a 65 años, nuestros vecinos suizos votaron este domingo en contra de cambiar la edad de jubilación de 65 a 66 años para todos los trabajadores. Según las primeras estimaciones de la consulta, tres cuartas partes de los suizos rechazaron esta medida destinada a garantizar la sostenibilidad de la financiación del sistema de seguro de vejez y supervivencia (AVS).
Por otro lado, votaron por una clara mayoría (58%) a favor del establecimiento de un decimotercer mes para los jubilados, la “decimotercera anualidad”. Esta votación fue lanzada por iniciativa del Sindicato Suizo (USS), que denunció el fuerte aumento del coste de la vida en la Confederación desde hace dos años. Más de la mitad de los 26 cantones suizos han validado la propuesta, condición sine qua non para su aplicación. Esto permitirá, por tanto, que más de 2,5 millones de jubilados suizos se beneficien de un importante impulso de aquí a 2026, con un coste estimado por el Gobierno suizo -contrariamente a la idea- de más de 4.000 millones de francos suizos (4.200 millones de euros). Actualmente, la pensión mínima para una sola persona asciende localmente a 1.225 francos mensuales y la pensión máxima alcanza los 2.450 francos. Muestra de la vivacidad de los debates, la tasa de participación alcanzó el 60%, un nivel alto para este tipo de consulta en el país.
Ahora queda por afrontar la tarea de aumentar los impuestos para financiar esta delicada cuestión. Según las proyecciones de Ofas, la Seguridad Social suiza, la elección de este domingo adelantará el déficit financiero de la AVS de 2030 a 2026.