Una novedad, pero no una revolución: así podríamos resumir el nuevo servicio desplegado por Lydia en los smartphones a principios de abril. La sociedad parisina regresa a los pagos entre amigos y a los premios acumulados online que la han hecho famosa desde 2011 con una nueva aplicación disponible en plataformas de descarga. Con más de ocho millones de usuarios registrados el año pasado, Lydia está más establecida que nunca en el juego de la banca en línea. Sin embargo, no se trata de dejarse superar por sus competidores. La aplicación lanzada esta semana debería permitir que “Lydia vuelva a ser Lydia”, intentando volver a la receta inicial que contribuyó al surgimiento de su fuerte notoriedad.
La empresa, que se convirtió en unicornio hace dos años, ofrece ahora dos aplicaciones: “Lydia” y “Lydia Accounts”. El primero, el nuevo, devuelve sus cartas de nobleza al famoso “¿Te hago Lydia?” Popularizado por fintech centrándose en las funcionalidades originales. Dedicada al reembolso entre amigos, es posible solicitar, enviar y cobrar dinero al instante y sobre todo de forma gratuita. Lydia pretende así poner orden en la multitud de servicios que ofrece, “manteniendo sólo lo mejor”, señala Antoine Porte, cofundador de la empresa.
Que no cunda el pánico por los clientes habituales. “Lydia Accounts”, una evolución de la aplicación original, permanece para los servicios cotidianos. Destinado a los servicios bancarios (tarjetas, ahorros, inversiones, gestión presupuestaria, etc.), este último también ofrece los servicios de los primeros en una lógica de sinergia.
Para las fintech, el despliegue de “Lydia” llega en un momento clave. Esta nueva aplicación corresponde a una división entre las actividades bancarias y el pago online tras escuchar a sus clientes. “Es fundamental no imponer cosas a las personas si no están preparadas o no lo quieren”, confiesa Antoine Porte. El lanzamiento de «esta spin-off» permitirá responder mejor a las necesidades de sus usuarios, «que son diferentes», señala, «simplificando la vida de los franceses».
Para seguir innovando y cumplir su promesa de diversión y uso simplificado, Lydia también ha adoptado una nueva organización interna para afrontar esta nueva etapa. Por tanto, espera atraer tanto a sus usuarios más fieles como a personas interesadas en sus servicios que han perdido de vista su promesa inicial. También es una forma para que las fintech desarrollen sus partes bancaria y social, que han estado compitiendo con neobancos y actores como LyfPay durante varios años.
Con este regreso a lo básico, hay optimismo por parte de la empresa que emplea a 250 empleados. Antoine Porte se fija dos objetivos. “Por el lado bancario, debemos apoyar a los franceses en la necesaria transición digital con el cierre de sucursales ofreciendo una alternativa creíble. En términos de pago online, queremos renovar y acelerar. Con la revolución del cashless entre particulares (pagos mediante aplicaciones Nota del editor), debemos ofrecer soluciones rápidas, seguras y prácticas”, confía.
En diciembre de 2021, la empresa francesa también había recaudado 103 millones de dólares en fondos, lo que corresponde a cuatro años de pista. Suficiente para afrontar los próximos años con serenidad y seguir innovando. “Estamos preparando numerosas innovaciones revolucionarias para nuestros clientes”, declaró recientemente Félix Lepoutre, vicepresidente responsable de diseño de Lydia Solutions. Queda por ver si esta estrategia convencerá a los usuarios.