Es una pequeña revolución que se está produciendo en la famosa marca de la M amarilla. Después de siete años de desarrollo, McDonald’s está revisando por primera vez la receta de su hamburguesa estrella: la Big Mac. Se le han hecho más de medio centenar de modificaciones, incluyendo porciones más generosas de salsa, de 9 a 14 gramos por sándwich o incluso pan más espeso para mantener el calor.
«La lechuga, el queso y los pepinillos se han rediseñado para que sean más frescos y tiernos, el pan ahora es un brioche mantecoso, con semillas de sésamo esparcidas de forma más aleatoria para darle un aspecto casero», revela Wall Street Newspaper. Todo está pensado hasta el más mínimo detalle, como cocinar seis filetes simultáneamente, frente a los ocho anteriores, o incluso sacar antes el queso de la nevera para que quede más suave en la hamburguesa. Si estos cambios culinarios son, por el momento, sólo visibles en Estados Unidos, algún día deberían extenderse a los restaurantes del otro lado del Atlántico.
Con sus innovaciones, McDonald’s no quiere dejar espacio a sus competidores. Otras cadenas de comida rápida, como Five Guys, se centran en una hamburguesa “de lujo” con productos de calidad. Suficientes para dar ideas a la firma con sede en Chicago, que busca mejorar sus productos, como explica Chris Young, director de estrategia de menú: “Podemos hacerlos rápidamente y quedarnos en nuestra zona de confort, pero eso no necesariamente sabe bien. Por eso queremos integrar la calidad”. A pesar de estas novedades, asegura la marca, los precios del Big Mac no aumentarán, aunque cada franquiciado fije sus propios precios.
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Con su estrategia, McDonald’s busca mantener su ventaja sobre sus competidores. En Estados Unidos, el grupo registró un aumento de sus ventas en tiendas del 10,3% en 2022, frente al 3,9% de Wendy’s o el 2,2% de Burger King. A pesar de este avance, la imagen de McDonald’s se ha deteriorado con el paso de los años y ocupa el puesto 13 entre las cadenas estadounidenses en cuanto al atractivo de sus hamburguesas, según muestra un estudio de Technomic. Una cuarta parte de los encuestados los encuentra atractivos, frente al 52% de Burger King. Una vez más, McDonald’s tiene la solución y muestra numerosos anuncios en suelo americano destacando sus “mejores hamburguesas de todos los tiempos”.
En Estados Unidos, la comida rápida está en el centro de la vida diaria de los estadounidenses: el 68% de ellos come hamburguesas en restaurantes de comida rápida al menos una vez al mes, según la firma de investigación Datassential. El mercado americano siente el impacto con 136 mil millones de dólares en ventas anuales de hamburguesas en el sector de la restauración, señala Euromonitor. Suficiente para que McDonald’s quiera conservar un lugar de elección en este sector tan competitivo.