Buenas noticias para los contribuyentes. Si bien se espera que la inflación alcance el 5% en 2023 según las últimas previsiones del INSEE, el gobierno pretende amortiguar este shock en la hoja fiscal francesa. Según información de Les Echos, confirmada a Le Figaro, Bercy, en plena preparación del proyecto de ley de finanzas de 2024, ha decidido indexar la escala del impuesto sobre la renta a la evolución de la subida de precios. Es decir, los tramos se revaluarán para tener en cuenta la inflación.

Si el nivel de esta mejora aún no se ha fijado, debería rondar el 4,9%. Si este aumento sigue siendo menos fuerte que el 5,4% del año pasado, es mayor que los reajustes anteriores, cuando la inflación era más baja. En concreto, el umbral mínimo impositivo ya no se fijará en 10.778 euros de renta anual. Este nivel se incrementará según el aumento de precio. Lo mismo ocurre con los siguientes niveles.

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Para el ejecutivo, la indexación permitirá a un buen número de franceses, que no son contribuyentes, evitar tener que pagar impuestos. Y evitará que los contribuyentes actuales vean aumentar sus impuestos. Una decisión importante, mientras muchos hogares siguen aplastados por la inflación. Para el gobierno no se trata de una decisión trivial: se privará de varios miles de millones de ingresos fiscales el próximo año. Pero si bien el ejecutivo tuvo que negar todos los rumores relativos a un aumento de impuestos, no actuar habría sido políticamente delicado, por decir lo menos.