Facebook e Instagram vuelven a estar en el punto de mira de la Comisión Europea. La institución abrió el jueves una investigación por sospechar que las dos redes sociales del grupo Meta desarrollan comportamientos adictivos en niños y no cumplen con las obligaciones de verificación de la edad. «No estamos convencidos de que Meta haya hecho lo suficiente para mitigar los riesgos para la salud física y mental de los jóvenes europeos en sus plataformas» en línea con las obligaciones del Reglamento Europeo de Servicios Digitales (DSA), afirmó el comisario europeo Thierry Breton, citado en comunicado de prensa.

Esta es la sexta investigación formal iniciada por la Comisión, y la segunda dirigida a Meta, como parte de esta nueva legislación que entró en vigor el año pasado para combatir los contenidos ilegales en línea. El grupo estadounidense ya había sido advertido en noviembre sobre la protección de los menores, pero sus respuestas a las solicitudes formales de Bruselas claramente no fueron consideradas tranquilizadoras. La apertura de una investigación «no prejuzga su resultado», subraya la Comisión.

El procedimiento permitirá al ejecutivo europeo seguir acumulando pruebas y presionar a Meta para que mejore. Bruselas está especialmente preocupada por “los riesgos derivados del diseño de las interfaces de Facebook e Instagram, que pueden explotar las debilidades y la inexperiencia de los menores y provocar comportamientos adictivos”.

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Considera insuficientes los esfuerzos para “impedir el acceso de los menores a contenidos inapropiados, en particular las herramientas de verificación de edad utilizadas por Meta”. La regulación sobre servicios digitales se aplica desde finales de agosto a las plataformas online más potentes como X, TikTok así como a los principales servicios de Meta (Facebook, Instagram), Apple, Google, Microsoft o Amazon. En total, 23 grandes actores de Internet, entre ellos tres sitios pornográficos (Pornhub, Stripchat y XVideos), fueron puestos bajo vigilancia directa de la Comisión Europea, que reclutó en Bruselas a más de un centenar de expertos para asumir su nuevo papel de policía digital.

Los infractores se enfrentan a multas de hasta el 6% de su facturación global anual, o incluso a la prohibición de operar en Europa en caso de infracciones graves y repetidas. La Comisión ya había abierto a finales de abril una investigación contra Facebook e Instagram, acusadas de no luchar lo suficiente contra la desinformación. Anteriormente había abierto dos investigaciones contra TikTok, una de las cuales llevó a esta filial de la china ByteDance a suspender una función controvertida que recompensaba a los usuarios por el tiempo pasado delante de las pantallas y que se sospechaba que provocaba adicción entre los adolescentes.

A principios de marzo también se inició un procedimiento contra el gigante chino del comercio en línea AliExpress, filial de Alibaba, sospechoso de no combatir suficientemente la venta de productos peligrosos, como medicamentos falsificados. La primera investigación formal ya se centró en los riesgos relacionados con la desinformación. Se inició el 18 de diciembre contra la red social X (antes Twitter) por presuntas fallas en moderación de contenidos y transparencia.