Una reunión prevista para el martes en el Elíseo con el principal sindicato agrícola fue «aplazada», anunció el sábado por la tarde el presidente del FNSEA, Arnaud Rousseau, según el cual «no se dan las condiciones para salir de la crisis agrícola». “Responsabilizar a los sindicatos por esta responsabilidad demuestra la brecha entre declaraciones y acciones”, añade el dirigente sindical en un post en X (antiguo Twitter) sobre el aplazamiento de la reunión. Se dirige, en particular, a los comentarios publicados en la prensa, según los cuales las autoridades públicas han criticado a los «sindicatos incapaces de ponerse de acuerdo sobre 4 o 5 medidas fuertes».

La FNSEA insiste en sus 62 solicitudes y quiere que todas sean tenidas en cuenta. Fueron formulados después del gran movimiento de protesta campesina que tuvo lugar a finales de enero y principios de febrero, antes y durante la feria agrícola de París. “Estamos esperando la aplicación de las medidas de Gabriel Attal en materia de pensiones, agua, fitosanidad, ganadería, flujo de caja, simplificación… El ritmo no es el mismo”, explica Arnaud Rousseau. Sin embargo, acogió con satisfacción los «avances» obtenidos en Bruselas, donde el viernes se propusieron revisiones legislativas para flexibilizar drásticamente las normas medioambientales de la Política Agrícola Común (PAC) en torno a las tierras en barbecho, los setos y la rotación de cultivos, en particular.

El gobierno, en un intento de apaciguar la ira de la profesión, ha emprendido varios proyectos. El movimiento de protesta ha disminuido desde principios de febrero, pero todavía se llevan a cabo acciones esporádicas y los sindicatos siguen siendo exigentes. Ante la caída de los precios del trigo, hasta su nivel más bajo en tres años y medio, los productores de cereales franceses piden en particular el restablecimiento de los derechos de aduana para los cereales importados de Ucrania, a través de un «mecanismo de salvaguardia reforzado» mencionado por el Presidente Macron a principios de febrero, pero no se ha implementado desde entonces.

Entre las medidas en discusión, el gobierno indicó el jueves por la tarde que el 29 de marzo se presentará al Consejo de Ministros un proyecto de ley de orientación para la soberanía agrícola y la renovación generacional en la agricultura. El Ministerio de Agricultura también inició el viernes una serie de reuniones sobre el delicado tema de la transposición excesiva de las normas sobre pesticidas, del que los agricultores franceses se consideran víctimas. La versión final de una nueva estrategia para reducir el uso de pesticidas, Ecophyto, debería presentarse a principios de abril, afirmó Matignon esta semana.