El dinero se volvió más escaso para las empresas emergentes en la primera mitad de 2023, en Francia y en Europa, con una recaudación de fondos reducida a la mitad en comparación con los registros de 2022, indica un barómetro de In Extenso-Essec-France Angels publicado el viernes. En total, la recaudación de fondos sumó 4.500 millones de euros en Francia, frente a los 8.900 millones del año anterior, y 23.200 millones en Europa, frente a los 44.700 millones del año anterior, con 540 operaciones en Francia y 3582 en Europa. La entrada media en Francia fue de 8,6 millones de euros, frente a los 19 millones del año anterior. Si bien el número de transacciones aumentó ligeramente (14% en Francia y 23% en Europa), los montos se desplomaron, lo que refleja una caída general en las valoraciones. La primera mitad de 2022 había visto una recaudación de fondos espectacular, como Doctolib (500 millones de euros), Qonto (486 millones) y Back Market (450 millones).
Francia siguió siendo el número 2 en recaudación de fondos en Europa durante el semestre, por detrás del Reino Unido (6.500 millones) pero por delante de Alemania (3.900 millones). Los mega-raises cayeron bruscamente, en particular debido a la desvinculación de importantes fondos estadounidenses. El resto de inversores apuntan más bien a empresas en fase semilla, proyectos innovadores, como el quantum, y de «impacto», fundamentalmente energía, el sector más atractivo para los fondos con mil millones de euros captados, y salud, que ocupa el segundo lugar, seguido del sectores de software y fintech.
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En Francia, el segundo trimestre sólo vio cuatro operaciones por valor de más de 100 millones de euros: DrivEco, una solución para cargar vehículos eléctricos (250 millones), Ynsect, especialista en cría y procesamiento de insectos (160 millones), TSE, productor de energía solar ( 130 millones) y Mistral AI, start-up de inteligencia artificial generativa (105 millones). Los sectores cleantech y de “impacto” (salud, medioambiente, etc.) se mantienen sólidos, apoyados por ayudas públicas o europeas. El ecosistema francés podrá beneficiarse de la movilización de 7.000 millones de euros de fondos privados en el marco del sistema Tibi.
Las operaciones se están desacelerando, con demoras de 6 a 9 meses en lugar de los 4 a 6 meses anteriores. Las valoraciones están cayendo, especialmente en el sector del software como servicio (Saas). Otro freno para los inversores, perspectivas de reventa débiles con la ausencia de compradores industriales, así como un mercado de salida a bolsa cerrado. Este contexto ha dado lugar a planes de salidas voluntarias y despidos en start-ups, en un contexto de fusiones y adquisiciones, tendencia que debería continuar en el segundo semestre, tras “dos años de exuberancia”.