Italia ha decidido gravar con un impuesto del 40 % el «excedente de beneficios de miles de millones de euros» de los bancos para compensar el coste que supone para los hogares y las empresas el aumento de los tipos de interés, anunció el lunes por la noche el vicepresidente, el primer ministro Matteo Salvini. «La subida de tipos del Banco Central Europeo ha aumentado el coste del dinero para los hogares y las empresas», dijo a los periodistas en Roma tras una reunión de gabinete.
Esta suba, que ha aumentado significativamente las ganancias de los bancos, ha perjudicado a sus clientes, que están soportando todo el peso del aumento de sus tipos de interés, lamentó Matteo Salvini. “No son unos pocos puñados de millones, sino unos pocos miles de millones. Es una medida de equidad”, aseguró el jefe de la Liga, miembro del partido de extrema derecha de la coalición de gobierno que encabeza Giorgia Meloni.
El impuesto a los excesos de utilidades de los bancos, que deberá liquidarse hasta junio de 2024, afectará a los ejercicios contables de 2022 y 2023, supo AFP de una fuente gubernamental. Se practicará la deducción del 40% si el margen de intereses registrado en 2022 supera al menos en un 3% el valor del ejercicio 2021. Este impuesto se aplicará sobre la parte que exceda del importe del ejercicio anterior. Para las utilidades de 2023 respecto a 2022, el umbral a partir del cual se aplicará el impuesto sube al 6%. El monto del impuesto extraordinario en ningún caso podrá exceder de una proporción igual al 25% del valor de los activos netos del banco.
El primer ministro Giorgia Meloni tiene la intención de movilizar fondos para el proyecto de presupuesto para 2024, que corre el riesgo de quedarse sin recursos debido a la sorpresiva caída del producto interno bruto del 0,3% registrada en el segundo trimestre. Los ingresos de este impuesto se ingresarán en un fondo para financiar medidas destinadas a reducir la carga fiscal de los hogares y las empresas.
Los bancos italianos, al igual que sus competidores europeos, vieron dispararse su margen de intereses tras la subida de los tipos de interés, sin aumentar la remuneración de las cuentas corrientes de sus clientes. El primer banco italiano Intesa Sanpaolo vio crecer su beneficio neto un 80% hasta los 4.200 millones de euros en el primer semestre, gracias a los ingresos generados por la subida de tipos de interés. Su rival UniCredit registró un beneficio neto semestral de 4.400 millones de euros. El gobierno de izquierda de España también introdujo un impuesto excepcional a los bancos programado para 2023 y 2024, lo que generó críticas del BCE.