¿Restringirá la mayoría presidencial el uso de VPN? En unos días los diputados examinarán el proyecto de ley destinado a proteger y regular el espacio digital. Adoptada por el Senado el pasado mes de julio, esta última tiene como objetivo, en particular, luchar contra «la exposición de los menores a contenidos pornográficos» en Internet, creando nuevas obligaciones destinadas a «proteger mejor a nuestros niños».
El examen del texto, previsto en comisión de la Asamblea Nacional del martes 19 al viernes 22 de septiembre, promete ser intenso: más de 820 enmiendas han sido presentadas por funcionarios electos del Palacio de los Borbones. Entre ellos, uno de ellos generó polémica este sábado al proponer regular aún más el uso de VPN en las redes sociales. Hasta el punto de llevar a su autor a retirarlo.
Estos dispositivos, denominados “redes privadas virtuales”, permiten a sus usuarios navegar por Internet de forma anónima, discreta y segura. Son completamente legales en Francia, siempre que no los utilice “con fines ilícitos” y, por lo tanto, tengan como objetivo “proteger su acceso a Internet cuando acceda a servicios remotos”.
L’un des amendements déposés par les députés de la majorité s’inquiète d’un «trou dans la raquette», estimant que les VPN permettent aux individus malhonnêtes de «s’extraire [du] cadre législatif protecteur» français, en se localisant en un país extranjero. Por tanto, propone obligar a las tiendas de aplicaciones de software a garantizar que las VPN «no permitan el acceso a una red de Internet que no esté sujeta a la legislación y a las normas francesas o europeas».
Otras propuestas van más allá para evitar que se haga un mal uso de las VPN, en particular por parte de menores, para navegar con total tranquilidad por sitios pornográficos. Presentada por funcionarios electos modernos, una enmienda pide al gobierno que elabore un informe que formule “recomendaciones para combatir este uso ilícito de redes privadas virtuales”.
Otro del mismo grupo político sugiere “exigir a los proveedores de VPN, que permiten un cambio de IP – dirección de correo electrónico, nota del editor – que rechacen la suscripción a sus servicios a personas menores de 18 años, excepto en el caso de “consentimiento de los padres otorgado por uno de los los titulares de la patria potestad”, a fin de evitar cualquier elusión por parte de los jóvenes.
Particularmente controvertida, una enmienda aprobada por los funcionarios electos de Renaissance proponía “prohibir a cualquier usuario de una red social publicar, comentar o interactuar utilizando una red privada virtual”. Si admitieran el derecho al anonimato como regla general, los autores recordaron que éste podría perderse “en caso de requisiciones legales”. Sin embargo, una red privada virtual «desdibuja la posibilidad de identificación» del usuario, impidiendo la identificación de un internauta culpable de conductas reprobables en las redes sociales, lamentaron.
“Si bien las redes sociales constituyen una verdadera herramienta al servicio de la libertad de expresión, en ningún caso pueden ser una zona sin ley donde la libertad de expresión no tiene límites”, consideraron los diputados. Para mejorar la identificación de las personas afectadas, la enmienda proponía obligar a las plataformas a «establecer mecanismos de detección para identificar las conexiones de una red privada virtual utilizada por los usuarios de su plataforma». Las personas en cuestión ya no tendrían la posibilidad de “publicar, comentar o interactuar en la plataforma”. Es decir, sin estar prohibido, el uso de una VPN en una red social habría limitado el margen de maniobra del internauta.
Esta propuesta despertó preocupación entre los usuarios. “El uso de VPN es un método de seguridad, especialmente para las empresas. Limitarlos es una brecha de seguridad. Por lo tanto, esta enmienda no tiene sentido en un momento en el que aumentan los problemas de ciberseguridad”, comentó la ONG Internet Society France. Muchos internautas también han establecido un paralelo entre Francia y otros regímenes autoritarios que prohíben estos dispositivos, preocupados por una evolución que, a sus ojos, es liberticida.
Incluso la mayoría presidencial llegó a criticar: «La prohibición de las VPN, si se propusiera, no reforzaría la seguridad de los usuarios de Internet, sino al contrario, debilitaría considerablemente su experiencia en la red», consideró el diputado (Renacimiento). ) Éric Bothorel.
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El domingo, tras la polémica, el diputado responsable de esta enmienda, Mounir Belhamiti, optó finalmente por retirar su propuesta para no «perturbar un debate que requiere serenidad». Al presentar este texto, “me gustaría que se cuestionara la ineficacia de nuestros medios de localización de personas que cometen delitos en línea mediante el uso deliberado de sistemas que dificultan su identificación a las autoridades judiciales”, justifica el diputado Renaissance. Fue sólo una enmienda de apelación, diseñada para generar una discusión, no para ser votada tal como está, añade.
Denunciando los «trapos rojos inútiles» que algunos agitan, pretende continuar su «papel de interrogar al gobierno sobre los medios utilizados para perseguir a los trolls profesionales […] que utilizan soluciones tecnológicas de ocultación para escapar de la ley».