La lluvia de los últimos días no ha cambiado la situación. Los riesgos de sequía estival siguen siendo motivo de preocupación y, con ellos, sus consecuencias sobre la refrigeración de las centrales nucleares francesas. También está la cuestión del consumo de agua de estas instalaciones. A principios de año, una primera cifra informaba de un consumo correspondiente al 30% de toda el agua utilizada en Francia. Una cifra revisada rápidamente por el Ministerio de Transición Ecológica, que la había publicado él mismo. Con motivo de la publicación del plan del agua, el ministerio revisó su copia, estimando en un 12% el peso de las centrales nucleares en el consumo de agua en Francia, frente al 54% de la agricultura y el 26% del agua potable. Pero estas cifras aún podrían evolucionar, a medida que se refina la metodología.

La empresa nuclear francesa ha preferido centrarse en el consumo de agua de las centrales por área de influencia, correspondiendo por tanto al área geográfica que abastece y es regada por un río. Se vuelve a llevar el tema al ámbito local, sobre la distribución de usos. “También nos pareció más relevante tener en cuenta la extracción neta de la planta en comparación con el caudal del río”, explica Valérie Faudon, delegada general de Sfen. Para ello se han tenido en cuenta los datos publicados mensualmente por EDF sobre el consumo de las centrales y el caudal de los ríos afectados.

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Como recordatorio, hay dos tipos de centrales nucleares en Francia, las que funcionan en circuito abierto y las que funcionan en circuito cerrado. En circuito abierto descargan toda el agua captada, pero a mayor temperatura. Están instalados junto al mar ya lo largo del Ródano. Para los de circuito cerrado, equipados con torres de refrigeración por aire, parte del agua extraída se evapora. El resto se cría en el río. Por lo tanto, se han realizado arbitrajes entre el modo de circuito abierto, que consume menos agua pero rechaza más calor, y el circuito cerrado, que consume más agua pero rechaza menos calor.

El estudio realizado por Sfen concluyó que en 2021, el consumo medio de una central nuclear representó el 1% del caudal de los ríos donde está instalada. El 97% del agua dulce extraída por las centrales nucleares de los ríos se ha devuelto al medio ambiente original. El 3% restante representó 410 millones de m3 de agua y hoy representa el 12% del consumo total de agua dulce en Francia.