Por fin el deshielo de Boeing en China. El gigante americano se prepara para transportar un 787 Dreamliner a Shanghái, para entregárselo “en unos días” a la compañía privada china Juneyao Airlines. Este será el primer avión estadounidense de larga distancia entregado a China desde 2021.
Este jueves, Boeing también obtuvo autorización para reanudar las entregas de 737 Max de Caac, la agencia china de seguridad aérea, según la revista The Air Current. Se espera inminentemente una luz verde final de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC), el organismo de planificación y control económico del país.
Se trata de un alivio para Boeing, cuyas entregas del 737 Max fueron suspendidas en China en marzo de 2019, tras el segundo accidente mortal de un avión de este tipo. En aquel momento, la Caac fue la primera autoridad de seguridad aérea que prohibió el vuelo del avión. Esta prohibición se levantó en diciembre de 2021.
Desde entonces, se han entregado varios de los Max encargados por empresas chinas y almacenados por Boeing. Pero no se habían realizado entregas de nuevos aviones y se habían firmado pocos pedidos nuevos (principalmente de modelos de carga), en el contexto de tensas relaciones diplomáticas entre Washington y Beijing.
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Cautelosamente, Boeing se limitó a decir que “continuaba apoyando a sus clientes chinos y que estaba dispuesto a entregarles tan pronto como fuera el momento adecuado”. La normalización de la actividad de Boeing en China es crucial. El Reino Medio debería representar el 20% de la demanda mundial de aquí a 2042, es decir, 8.560 nuevos aviones, según el último estudio de mercado del grupo.
