«LOS CÓMICS de hoy en día ha sido eliminado por Facebook ya que no cumplía con las normas de la comunidad y se agitó hasta el odio». Es el estallido de la Sio – el siglo, Simone Albrigi – dibujante y usuarios de youtube, el creador de Scottecs, el cómic, a menudo basado en el humor y el absurdo, que han ganado 690.408 mil fans en la red social de los Mark Zuckerberg . Pero la tira ahora ha sido retirado de su página. La caricatura representa a un hombre blanco, la intención de su conducción, que invirtió un peón de color. Bajó del coche para rescatar a la víctima, el primer personaje en ser controlado, la tarjeta de identidad y, por la lectura de los transeúntes, no era de nacionalidad italiana, fue de nuevo en el coche como si nada hubiera sucedido.
Una crítica a la sociedad actual, que, sin embargo, fue a encontrarse con el nebuloso criterios de Facebook en el que los puestos son en realidad ofensivo o racista. Como señaló Sio a sí mismo en su post, compartida después de la censura: «Ahora. El ministro del Interior podrá publicar insultos que tienen consecuencias reales cada día, y yo no se puede publicar una tira satírica que tiene como objetivo el de las personas que creen que la «no-italiano’ no tiene un derecho a la vida o la dignidad? Ok. Bien. Después de que usted coloca la tira, pero no tengo que ser un robot, o escribir a los que votaron por la Juventus, así que está todo bien».
de decir que de hacer. Una nueva etiqueta ha sustituido a la anterior, con un robot de jugo de tomate en lugar de a través de la inversión. Pero muchos de sus colegas, incluyendo a Roberto Recchioni y Francesco Artibani , y muchos fans, comparte el post original para que Facebook no será capaz de censurarlo.
No es la primera vez que el Sio se encontró con la polémica de este tipo. Siempre atento a las cuestiones sociales en su trabajo se ha tratado de reflejar en la actualidad, sin sacrificar el humor que le caracteriza. Este año, en pareja con Nicola Bernardi , ha publicado Storiemigranti, un libro que narra las historias de 32 huéspedes del Centro de Solidaridad, El ancla de Salerno.