Los disturbios de finales de junio casi resultaron fatales para Smacl, la aseguradora local. Ha recibido más de 600 reclamaciones, principalmente relacionadas con daños materiales. “Calculamos el coste de las reclamaciones en más de 63 millones de euros en el ramo de daños materiales, a los que se añaden 1,5 millones de euros en daños a automóviles”, explica Élodie Alleau, directora de indemnizaciones de Smacl, filial del Maif. Una cantidad ciertamente inferior a los temidos 100 millones de euros, pero cuyo impacto «no está exento de consecuencias» para la aseguradora de escuelas, ayuntamientos y otros centros de consejos departamentales y regionales.

Ya en déficit, la aseguradora obtuvo apoyo financiero de su principal accionista. Maif inyectará varios millones de euros. Se trata inicialmente de la suscripción de una deuda subordinada de 56 millones de euros “por parte de los accionistas, en particular Maif”, precisa Patrick Blanchard. Posteriormente, la empresa prevé lanzar una ampliación de capital «que los accionistas -Maif, Mutuelle Smacl Assurances (SAM)- volverían a suscribir, en un rango de 45 a 65 millones de euros», subraya el directivo. Maif, que actualmente posee el 86% del capital de Smacl, podría llegar finalmente al 90%.

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Smacl todavía espera volver a ser rentable en 2026. En este sentido, no reemplaza sistemáticamente las salidas naturales (dimisiones, jubilaciones) de sus filas y está en proceso de endurecer las condiciones de sus contratos en caso de violencia urbana, cada vez más frecuente. Se trata de limitaciones a las garantías y otros aumentos significativos de las franquicias, lo que conducirá a una «cobertura realmente más sustancial por parte de las comunidades». «Para Smacl es una cuestión de supervivencia», insiste Patrick Blanchard.

En total, la federación profesional France Assureurs estimó el coste de los daños relacionados con la violencia urbana en 730 millones de euros.