Exigir que las mujeres, pero no los hombres, usen maquillaje es discriminatorio. Exigir a las azafatas, pero no a los auxiliares de vuelo, que usen zapatos de tacón alto es desigual. Esta es la conclusión de la Inspección de Trabajo de Cataluña, aprovechada por el sindicato Stavla para profundizar en las condiciones estéticas impuestas a las mujeres integrantes de la tripulación de cabina de Vueling. Los inspectores, a su vez, impusieron una multa de 30.000 euros a la low cost española propiedad de IAG (el grupo resultante de la fusión de British Airways e Iberia).
Leer tambiénCientos de pasajeros indemnizados por Vueling tras recurso de UFC-Que Choisir
Las instrucciones dadas hasta el momento a las azafatas fueron precisas: el tacón del zapato debe medir entre 5 y 8 centímetros; la base es obligatoria y su color debe coincidir con el tono de la piel; el uso de una máscara de pestañas negra también es imprescindible; por otro lado, están prohibidas las extensiones de pestañas “de longitud o apariencia artificial”, sombras de ojos que no sean de color gris claro o marrón claro y lápiz labial que no sea de un tono “discreto”.
Enfrente, estos señores tienen instrucciones más breves y conciliadoras: presentar “un aspecto limpio y pulcro”, está bien cuanto menos. La aerolínea, cuestionada por El Periódico de Catalunya, indica que está en proceso de revisión de las instrucciones dadas a azafatas y azafatas. La próxima guía incluirá pautas de maquillaje que no serán obligatorias ni de género. Una solución similar a la elegida por Ryanair en España en 2019, que se había escapado por poco de una inspección al dotar a sus empleados de pantalones alternativos a la hasta ahora imperativa falda.