La reforma de las pensiones, la utilización del 49-3, Parcoursup, pero también la precariedad estudiantil y una reforma de las becas que tardan en llegar… Esto es, atropelladamente, lo que denuncian los sindicatos estudiantiles, en un contexto de rezongo social generalizado. . A raíz de la movilización contra la reforma de pensiones, que en las últimas semanas ha visto a los estudiantes engrosar las filas de los manifestantes, la ministra de Educación Superior, Sylvie Retailleau, saca anuncios sobre la reforma de becas. Una reforma estructural, encaminada a llegar a más jóvenes, empezando por la clase media. Esta es una promesa de campaña de Emmanuel Macron quien, en abril de 2022, subrayó que “muchos jóvenes, cuando ya no pueden vivir con sus padres, no son ayudados como deberían”.

El 29 de marzo, la Ministra de Educación Superior dio a conocer las primeras medidas resultantes de la consulta realizada desde septiembre de 2022. Están “dirigidas a estudiantes de familias de escasos recursos y corrigen ciertos efectos del sistema vigente este año (desalojo, efectos umbral, asentamiento en el peldaño más bajo…)”, indica el ministerio. En total, más de 500 millones de euros están sobre la mesa. Según estas medidas, que se aplicarán a partir del año escolar 2023, 35.000 estudiantes de las clases medias se convertirán en becarios, “mientras que no se habrían beneficiado de este apoyo si los parámetros no se modificaran”, explica el ministerio. ejemplo al ‘soporte. Un hijo de dos empleados en el nivel de salario medio (1801 euros mensuales netos cada uno) ahora podrá optar al primer paso. Para estos nuevos ingresos, la ganancia anual será de 1450 euros de beca.

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Además, “todos los becados serán actualizados”, anuncia el Ministerio. 37 euros extra al mes para todos los niveles, lo que corresponde a un incremento del 34% para el primer nivel. O bien “la revalorización más fuerte en 10 años”, argumenta el ministro.

El objetivo de la reforma es también “acabar con los efectos umbral”, vinculados a un aumento de los ingresos de los padres. Según un informe del Senado de 2021, pasar de 22.500 a 22.501 euros los ingresos de los padres induce “una reducción de la beca de 667 euros, o el 40% de su cuantía”. A partir de septiembre de 2023, “ningún estudiante verá disminuida su beca en una cantidad superior al aumento de los ingresos de sus padres”, promete el ministerio, que especifica sin embargo que el cálculo de la beca quedará condicionado a los ingresos de los padres. La primera organización estudiantil, la Fage, hace campaña por “descorrelacionar la bolsa de valores de los ingresos de los padres” y pide una renta universal de unos 800 euros al mes. Unef y L’Alternative piden ayudas para todos los estudiantes de un importe mínimo de 1102 euros, que es el umbral de pobreza.

La consulta sobre las bolsas se prolongará hasta finales de verano para «seguir construyendo los desarrollos estructurales» del sistema, precisa el Ministerio.