A falta de algunos competidores, Clément Noël quiere confirmar este sábado su ascenso al poder en el slalom de Chamonix, etapa final de la Copa del Mundo de esquí alpino antes del inicio del Mundial en Courchevel.
Después de un comienzo de temporada decepcionante marcado por tres salidas fuera de pista, Noël, campeón olímpico hace un año en Pekín, parece estar volviendo al esquí en el momento adecuado. En Schladming (Austria), el francés de 25 años se tranquilizó al subir por primera vez esta temporada al escalón más alto de un podio mundialista. “Se borran las dudas, había volado tras la carrera. He recuperado la confianza, espero que eso me permita empezar febrero que es muy importante con dos carreras de la Copa del Mundo y el Mundial de Francia.
Para los Vosgos, el objetivo es claro: esquiar en esta nieve positiva antes de los Mundiales en casa. Será tanto más escudriñado cuanto que el otro líder del equipo francés, Alexis Pinturault, está ausente para preparar la gran cita en Courchevel, cuya ceremonia de apertura tendrá lugar el día después del slalom en Chamonix. «Es importante nerviosamente pero también psicológicamente cortar un poco el circuito de la Copa del Mundo, antes de acercarnos a los Campeonatos del Mundo», justificó el francés.
Kandahar tampoco acogerá en su pista, «La Verte des Houches», a Lucas Braathen, N.1 mundial de la disciplina. El noruego se vio obligado a retirarse tras ser operado este martes de apendicitis, lo que también pone en entredicho su presencia en Courchevel. La Navidad no tendrá un camino claro, sin embargo, porque otros grandes nombres saldrán a la pista, entre ellos el suizo Daniel Yule, ganador en Kitzbühel y Madonna di Campiglio, y el noruego Henrik Kristoffersen, que ya ha triunfado en Wengen y Garmisch- Partenkirchen. Para Navidad, “la Verte” será una muestra del slalom que concluirá el Mundial en dos semanas, un poco más arriba en los Alpes.