La respuesta a la pregunta “¿el mercado de valores o la vida?” es obvia. Es menos obvio cuando se trata de elegir entre la vida propia y la del planeta. ¿Pero realmente tienes que elegir entre proteger tu cuerpo y el medio ambiente comprando protector solar, por ejemplo? No, según la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria (ANSES), que hace campaña para prohibir el octocrileno. Este filtro presente en la mayoría de productos es potencialmente cancerígeno y perjudicial para la biodiversidad marina, como viene informando la comunidad científica desde hace varios años.
“Estamos viviendo una aceleración tanto del cambio climático como de la desaparición de seres vivos. Pero ¿cómo podemos fomentar el cambio sin crear desesperación? pregunta el biólogo Gilles Boeuf. Basando nuestras acciones en estudios científicos y centrándonos en los ámbitos donde el cambio es más visible, en particular la salud”, responde.
Por tanto, cultivar y consumir productos orgánicos es beneficioso para la salud de los consumidores y agricultores, así como para la de las plantas y los animales. Asimismo, desplazarse en bicicleta o a pie permite tanto mejorar tu condición física como ayudar a mejorar la calidad del aire.
Si ya se había demostrado científicamente que vivir cerca de un espacio verde -ya sea un parque, una pradera o un campo de golf- reduce la mortalidad prematura, un estudio americano publicado este verano en Science Advances acaba de demostrar que las personas cuya casa está rodeada en un 30% por Las personas con vegetación en un radio de 5 kilómetros tienen una esperanza de vida 2,5 años mayor en promedio que aquellas cuya casa está rodeada de un 20% de vegetación. «Nuestro estudio muestra que la proximidad a espacios verdes provoca cambios biológicos o moleculares que pueden detectarse en la sangre», explicó Lifang Hou, profesor de medicina preventiva en la Facultad de Medicina Feinberg.
Tal impacto del verdor en la edad biológica sólo puede alentar a más ciudades a reverdecer sus plazas y calles. Porque si más de la mitad de la población mundial ya vive en zonas urbanas, se espera que en 2050 esto sea así para 7 de cada 10 personas.
¿Nuestra salud y la del planeta estarían entonces muy vinculadas? ¡Mucho más de lo que crees! Para crear conciencia sobre esta interconexión, la Organización Mundial de la Salud, la Organización Mundial de Sanidad Animal y las Naciones Unidas crearon la visión de “Una sola salud”.
Por lo tanto, al considerar los ecosistemas interconectados, se supone “un enfoque integrado, sistémico y unificado de la salud pública, vegetal, animal y ambiental a escala local, nacional y planetaria”. Actualmente, más de veinte años después de la creación de “Una Salud”, este concepto todavía se traduce muy poco en acción. Sin embargo, por poner sólo un ejemplo, «muchas epidemias que han aparecido en los últimos años -Covid-19, Zika o Ébola- tienen en común que provienen de animales», señala la ANSES.
Sin duda, no es casualidad que Nueva Aquitania, afectada varias veces por la gripe aviar, haya sido desde principios de 2023 la primera región francesa en fomentar realmente la colaboración entre los actores de la salud pública, animal, vegetal y medioambiental. «El concepto «Una sola salud» es difícil de hacer operativo, dada la transversalidad que requiere y porque aboga por un enfoque de prevención que implica inventar nuevas lógicas y nuevos métodos de trabajo», explica la región. ¿No dijo Albert Einstein que «no podemos resolver problemas usando la misma forma de pensar»? Entonces, ¡cambiémoslo!
Sociedad, salud, medio ambiente, educación, energía.