Los agricultores y los residentes están agotados. En cuestión ? Una hormiga mediterránea fácilmente reconocible. Es un insecto pequeño, negro y brillante que mide en promedio menos de tres milímetros y desprende un fuerte olor a mantequilla rancia cuando se toca. Desde hace varios años, los horticultores corsos observan con impotencia los daños en sus plantas, devoradas por este insecto omnívoro. Los habitantes sufren las repetidas invasiones de este pequeño animal en su casa y jardines. Esta hormiga tiene la particularidad de ser muy agresiva y mordaz, a diferencia de la mayoría de sus homólogas mordedoras. El Tapinoma también tiene la particularidad de vivir en colonias en números muy grandes, haciéndolo aún más invasivo.

Pero, ¿por qué llevamos unos años escuchando hablar de esta hormiga? “Solo identificamos el Tapinoma magnum en 2017”, explica Jean-Yves Bichaton, jefe de la región PACA-Córcega del Observatorio Francés de la Biodiversidad (OFB). «Antes de eso, en realidad se confundía con otras tres hormigas: Tapinoma nigerrimum, Tapinoma darioi y Tapinoma ibericum», explica. Dado que ha sido identificado, se ha establecido que había ganado toda la isla de la Belleza.

Si su identificación es reciente, la hormiga existe desde hace mucho tiempo. En escritos de principios del siglo XX, el Tapinoma ya es descrito en el norte de África como invasor, causante de problemas para la agricultura y colándose en los hogares. «Probablemente cruzó el Mediterráneo gracias al hombre, pero no tenemos forma de verificarlo», explica Jean-Yves Bichaton. A día de hoy, esta hormiga está bien posicionada en Europa y sigue ganando terreno ya que se encuentra en Burdeos, Saint-Nazaire, Italia, Suiza y Holanda.

Entonces, ¿cuál es el secreto de esta hormiga conquistadora? Su fuerza proviene de su rara estrategia reproductiva. En efecto, “una colonia de Tapinoma magnum tiene varios cientos, incluso varios miles de reinas, y esto desde la creación de la colonia”, explica el responsable de la OFB. Forman así colonias gigantes. “Algunos son a veces la mitad de una urbanización”, explica Jean-Yves Bichaton basándose en un escenario que vio en PACA.

El experto explica que esta hormiga presenta dos inconvenientes principales para la agricultura y los jardines. «El Tapinoma magnum es melífero, le gusta todo lo dulce», explica. Por eso, esta hormiga, como muchas de sus congéneres, suele ir acompañada de pulgones, a los que protege para alimentarse de su melaza. Pero el Tapinoma magnum presenta otra especificidad problemática. Por su agresividad, “modifica la microfauna”, explica Jean-Yves Bichaton. Es decir, caza otras especies de hormigas que son buenas para el suelo y, por el contrario, favorece a las especies dañinas para la agricultura.

Pero entonces, ¿cómo te proteges de esta hormiga? La respuesta es simple: «Los biotopos deben mantenerse lo mejor posible, porque cuanto más se degrada un ambiente, más fácilmente se asienta la hormiga». En otras palabras, se debe tener cuidado de mantener una diversidad de especies de plantas y no tratar de erradicar a todas las hormigas, porque son estas otras especies las que forman la mejor defensa contra la proliferación de Tapinoma magnum. «Nos dimos cuenta de un vínculo definitivo entre la presencia del Tapinoma magnum y los jardines hechos solo de hierba y de regadío», explica Jean-Yves Bichaton.

Para aquellos que deseen luchar activamente contra esta hormiga, la Oficina de Medio Ambiente de Córcega recomienda abordarla en invierno o principios de primavera, cuando la hormiga es más vulnerable y la colonia más limitada. «En esta época del año, se puede remover el suelo de forma manual y específica», explica Cyril Berquier, entomólogo de la oficina de medio ambiente de Córcega. Los tratamientos antihormigas deben ser «puntuales» y, si es posible, concentrarse en el nido del Tapinoma. “Pero tendremos que aprender a convivir con esta hormiga, no la erradicaremos”, concluye el entomólogo.

Más preocupante aún, Cyril Berquier explica que las causas de la proliferación de esta hormiga no parecen calmarse, sino aumentar. “Esta hormiga se ve favorecida por el calentamiento global, ya que le gustan los ambientes cálidos y secos”, explica. El insecto también se beneficia de la artificialización y urbanización de los ambientes, “porque esto da como resultado suelos pobres, degradados y secos”. La última, pero no menos importante, causa de la proliferación de Tapinoma magnum es el colapso de la biodiversidad. Porque como han indicado los expertos, la desaparición de las hormigas buenas facilita la proliferación de especies invasoras. En otras palabras, si trata todo su jardín con control de hormigas, ¡el próximo año tendrá tres veces más Tapinoma!

Según Cyril Berquier, la única forma efectiva de luchar contra esta hormiga es el control coordinado con las otras regiones afectadas. Por eso, Córcega forma parte del proyecto europeo ALIEM, cuyo objetivo es crear una red transfronteriza para la gestión de especies exóticas invasoras (EEI) de plantas e insectos. “Gracias a este proyecto estamos trabajando en colaboración con la región PACA, Toscana, Cerdeña”, explica el entomólogo corso, “¡solo así saldremos adelante!”.