El personal del Centro Pompidou, que teme por su futuro debido a su cierre durante cinco años, votó el lunes a favor de renovar su huelga, constató un periodista de la AFP.

Este gran museo parisino de arte moderno, también llamado Beaubourg, que cuenta con más de 140.000 obras en sus colecciones nacionales y alberga una biblioteca además de varios servicios de mediación, vuelve a estar cerrado este lunes 6 de noviembre. Inaugurado en 1977, deberá cerrarse progresivamente a partir de 2025 para realizar importantes obras de retirada de amianto y de renovación, estimadas en más de 260 millones de euros, a los que se añadirán los costes de realización de un proyecto cultural de un importe «al menos equivalente», según un informe fuente cercana al asunto.

Insatisfechos con las negociaciones en curso con la dirección sobre un memorando de entendimiento que, según las intersindicales (CGT, CFDT, FO, Unsa, SUD), “no garantiza” el futuro de sus puestos de trabajo y de sus misiones, el personal. Un total de mil personas, representadas el lunes por unas 200 personas a las que se sumaron los proveedores de servicios, votaron a favor de renovar el aviso de huelga por un mes.

Lo votaron el 5 de octubre antes de iniciar su huelga el día 16 en rotación entre los servicios (recepción, seguridad, conservadores, gerentes, etc.). Preocupados por “mantener la cohesión del lugar multidisciplinar y el acceso del público a las colecciones nacionales” durante el cierre, piden a este público que firme una petición para apoyarlos.

Después de la asamblea general, unos cincuenta agentes, acompañados por la intersindical, tomaron las oficinas de la dirección general, en un edificio contiguo al museo, donde exhibieron una pancarta que decía «En huelga». Contactado, el presidente del Centro Pompidou, Laurent Le Bon, se comprometió a recibir a los sindicatos por la tarde.

La intersindical pretende «mantener la presión» y habla de una «batalla política», hasta que la dirección se comprometa por escrito en varios puntos, incluido el redespliegue de agentes en «un único lugar» durante el cierre del centro, que fue rechazado. por la dirección y el Ministerio de Cultura. Los sindicatos también exigen «garantías sobre la no subcontratación de misiones y servicios», sobre el «mantenimiento de la nómina» y sobre el derecho de los agentes, en particular los que trabajan a tiempo parcial, a volver a su puesto tras la reapertura.

Durante el cierre, los agentes deberán ser reasignados parcialmente al Grand Palais, en obras de restauración y que deberá reabrir en 2024, a unos locales de almacenamiento de colecciones en el norte de París y luego a un nuevo centro de creación y conservación en Massy (Essonne), que se debe para abrir en 2026.