El gobierno húngaro despidió, el lunes 6 de noviembre, al director del Museo Nacional de Hungría, que «incumplió» su deber de aplicar la ley que prohíbe el acceso de menores a una exposición que ofrece contenidos que evocan la homosexualidad.
El director Laszlo Simon «no respetó las obligaciones legales que le correspondían» y «tuvo un comportamiento que hizo imposible continuar su misión», afirmó el Ministerio de Cultura en un comunicado de prensa, precisando que la medida entró en vigor de inmediato. Hasta el domingo, el Museo Nacional de Hungría presentó las fotografías premiadas en 2023 por World Press Photo, que premia cada año “el mejor periodismo visual” del mundo. Pero el partido de extrema derecha Nuestra Patria denunció esta exposición porque mostraba sin restricciones fotografías de una comunidad LGBT en Filipinas.
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Creía que violaba una ley de 2021 que prohibía cualquier mención de la homosexualidad a menores en público. En Hungría, país miembro de la Unión Europea (UE) gobernada desde 2010 por el nacionalista Viktor Orban, está prohibido discutir este tema fuera de los círculos privados entre menores de dieciocho años, so pena de sanciones financieras. Por ello, el Ministerio de Cultura húngaro ordenó al Museo Nacional que impidiera la entrada de niños a las salas de exposición. Pero el museo dijo a la AFP el miércoles que no podía controlar los documentos de identidad y dependía de la «cooperación» de los visitantes.
El director del Museo Nacional es un ex diputado del partido Fidesz de Viktor Orban y, como tal, votó a favor de esta ley con la que se oponen las ONG y que la UE pretende anular mediante un procedimiento de infracción aún en curso. En Facebook, dijo que “no puede aceptar” su despido, afirmando que no había “violado la ley” deliberadamente. La semana pasada, irónicamente, agradeció en Facebook a la extrema derecha por haber despertado el interés del público por su exposición. Este último, por su parte, se indignó por “burlarse de su propio gobierno, lo cual es inusual, porque Viktor Orban no tolera este tipo de cosas”. En Hungría, los compañeros de viaje de Viktor Orban han sido expulsados periódicamente desde 2010 tras impugnar sus acciones.