Es pánico… Las chinches han decidido salir de sus camas. En broma, toman el tren, el metro, van al cine, se invitan a las escuelas. ¿Y mañana escalando? ¿Llegarán a restaurantes y hoteles, a la oficina? Nadie quiere llevarse uno de estos trastos a casa y luego mudarse después de contaminar todo el edificio. En París, evidentemente, a pocos meses de los Juegos Olímpicos, la situación es preocupante. Se trata de una publicidad de la que la capital podría prescindir. Entonces, ¿qué puedes hacer para olvidar este potencial flagelo, reducir la ansiedad y distraerte? Puedes ver los discursos de Sandrine Rousseau en YouTube. Ella siempre es muy divertida.
También podemos escuchar a este grupo que acabamos de descubrir por casualidad: los Vulves Assassins (foto). Estas jóvenes hacen electro-punk-rap. Tienen canciones con títulos pegadizos: Me gusta la polla pero no la tuya, Soy yo quien te folla, ¿Quieres follar?, Pendejo en paro, La Retraite o Das Kapital. Porque a las Vulvas Asesinas les gusta la política. Nos sumergimos en este trabajo, salimos más inteligentes.
Al diablo con las chinches. Su canción Le Préfet, por ejemplo: una obra maestra de delicadeza… “Tiene la gorra de Mussolini / Tiene el abrigo de la Gestapo / La sonrisa carnívora de Pinochet / Tiene la tez gris / Del régimen de Vichy. » Evidentemente, los hombres están en el centro de su poesía: todos machos obsesionados por el tamaño de sus máquinas, fanáticos del culturismo. Podrían formar una banda llamada Penis Avengers, pero a nadie le haría gracia.