Las ensaladas no serían tan verdes. Un estudio realizado entre 60 millones de consumidores publicado este jueves revela que, de las referencias de canónigos o iceberg que se venden en bolsas en los supermercados, sólo una ensalada de cada cinco está libre de cualquier contaminación.
Para llegar a esta conclusión, la revista de defensa del consumidor analizó en laboratorio 26 referencias vendidas tanto por marcas nacionales como Bonduelle, Florette o Les Crudettes, como por marcas de distribuidores como Aldi, Lidl, Carrefour, Monoprix pero también Intermarché y E. Leclerc. . Como resultado, de todas las ensaladas analizadas, sólo cinco no mostraron rastros de contaminación por pesticidas.
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“Entre otras, se detectaron 28 moléculas diferentes, 8 de las cuales se sospecha que tienen propiedades cancerígenas o tóxicas para la reproducción”, advierte la revista. “Las cantidades encontradas están dentro de los límites reglamentarios, incluso para las más altas de la prueba”, señala 60 millones de consumidores. En otras palabras, teóricamente no existe ningún riesgo para la salud. Pero hasta la fecha, los científicos no saben casi nada sobre los efectos del cóctel entre todas estas moléculas.
Las ensaladas en bolsas están sujetas regularmente a retiradas del mercado. Y con razón, los brotes de ensalada son particularmente frágiles y sensibles a plagas como pulgones y babosas, lo que obliga a los agricultores a utilizar productos fitosanitarios para proteger sus cultivos. El estudio también revela que las ensaladas etiquetadas como orgánicas están contaminadas por pesticidas. Sin haber sido pulverizados sobre los brotes, podrían persistir en los suelos de cultivo.