La Orquesta de la Scala de Milán solicitó el lunes una prórroga de dos años del contrato del director del prestigioso escenario, el francés Dominique Meyer, cuyo mandato expira en febrero de 2025, en medio de turbulencias sobre su sucesión. Los músicos esperan que Dominique Meyer “pueda completar su mandato en el pleno ámbito de sus funciones” y gestionar “la próxima temporada y las siguientes”, cuyo programa ya ha sido establecido, en una carta dirigida a la junta directiva del Escala. “A la vista de las dificultades encontradas” durante la pandemia de coronavirus que ha perturbado el programa, los músicos se declaran “convencidos de que una prórroga del mandato permitiría realizar un valioso recorrido artístico”.
Dominique Meyer, de 68 años, llegó al frente de La Scala en 2020, tras haber dirigido durante diez años la Ópera de Viena. Anteriormente fue director del Théâtre des Champs-Élysées de París y de la Ópera de Lausana. En su carta, los miembros de la orquesta dirigida por Riccardo Chailly también dicen estar «preocupados por las continuas indiscreciones periodísticas sobre el futuro del teatro», una institución «de interés nacional».
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En un contexto de toma del servicio cultural público por parte del gobierno de derecha y extrema derecha de Giorgia Meloni, abundaban las especulaciones sobre la sucesión de Dominique Meyer. Tras una reunión a principios de marzo con el ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, Giuseppe Sala, alcalde de Milán y presidente del consejo de administración de La Scala, propuso como sucesor a Fortunato Ortombina, director de la Fenice de Venecia. a Dominique Meyer.
El nombramiento de Fortunato Ortombina, apreciado por el gobierno, deberá ser sometido a votación del consejo de administración de La Scala prevista para el 8 de abril. A sus 63 años, responde a los criterios fijados por el Gobierno Meloni, que quería ver a un italiano al frente de La Scala, después de tres directores extranjeros, y había fijado en mayo pasado en 70 años la edad límite para los directores de teatro lírico.
Stéphane Lissner, el director francés de la Ópera de Nápoles, de 71 años, que se vio obligado a dejar su cargo en junio por esta medida, pudo regresar a su puesto tras impugnarlo ante los tribunales. Según este controvertido decreto, Dominique Meyer alcanzaría el límite de edad en agosto de 2025.