A pocos días de la inauguración del Salón Agrícola, el 24 de febrero, el mundo agrícola no suelta la presión sobre el ejecutivo, más de un mes después del inicio de la movilización. Desde el Hôtel de Matignon, este miércoles, Gabriel Attal intentó una vez más calmar la ira de los agricultores, trazando una nueva serie de medidas. Estos gestos son tanto más esperados cuanto que el movimiento cuenta con un apoyo aún mayor por parte de los franceses (91%, 2 puntos respecto a enero), como revela nuestra última encuesta Odoxa-Backbone Consulting para Le Figaro.

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Tras una primera serie de respuestas, a finales de enero, el Primer Ministro consiguió que se levantaran los bloqueos de carreteras que bloqueaban Francia desde hacía dos semanas. Sin embargo, se necesita más para convencer a los franceses, que actualmente consideran que las medidas gubernamentales son “insuficientes” (70%). Sólo los partidarios del Renacimiento (68%) creen que el expediente ya debería estar cerrado tras las concesiones concedidas al mundo agrícola. Hay que decir que los franceses señalan en gran medida a Emmanuel Macron y su gobierno, ya que el 85% de ellos los considera “responsables” de la crisis. Por detrás de la distribución masiva (92%) y de la Unión Europea (90%), pero por delante del principal sindicato agrícola, la FNSEA (80%), y de los consumidores (77%).

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A menos de cuatro meses de las elecciones europeas, ningún partido parece estar cosechando los beneficios de la crisis agrícola. También en este caso, más de las tres cuartas partes de los franceses (77%) consideran que el movimiento presidencial y el gobierno defienden “mal” los intereses de los agricultores. La situación es apenas mejor para los republicanos (74%), mientras que el mundo campesino alguna vez fue un reservorio electoral para la derecha. Menos de tres de cada diez franceses también consideran que los grupos de izquierda (PS: 28 %, Ecologistas: 27 %, LFI: 27 %) representan correctamente la voz de los agricultores.

Sólo la Agrupación Nacional (RN) parece ir bien, ya que el 35% de los franceses considera que Marine Le Pen y su equipo defienden “bien” el sector agrícola. En las columnas de Le Figaro del martes, Gabriel Attal también se declaró «listo» para un debate sobre la agricultura con el doble finalista de las elecciones presidenciales, mientras que el voto de RN atrae a la población rural desde hace varios años. Desde el inicio del descontento, el partido marinista se opuso a la “ecología punitiva” que los agricultores denunciaron en las procesiones. Una apuesta acertada, ya que el 60% de los franceses también quiere una “reducción” de las normas medioambientales y sanitarias.