Mientras las autoridades sanitarias corren contra el tiempo para encontrar a los demás clientes potenciales del Tchin Tchin Wine Bar de Burdeos, que supuestamente sirvió sardinas enlatadas contaminadas con toxina botulínica entre el 4 y el 10 de septiembre, la fiscalía de Burdeos anuncia a Le Figaro la apertura de una investigación, en particular por el cargo de homicidio involuntario.

Esta investigación preliminar, realizada conjuntamente con la dirección zonal de la policía judicial, la oficina central de lucha contra los atentados al medio ambiente y la salud pública y la dirección departamental de protección de la población, tiene como objetivo determinar la responsabilidad del restaurantero en esta ola de botulismo sin precedentes. envenenamiento, una enfermedad extremadamente rara pero potencialmente mortal si no se trata a tiempo.

Lea también Botulismo en Burdeos: tras doce casos registrados y una muerte, todos los establecimientos sanitarios del país en alerta

Las penas impuestas son graves: cinco años de prisión y multa de 75.000 euros por homicidio involuntario, tres años y multa de 45.000 euros por lesiones involuntarias, cinco años y multa de 600.000 euros por comercializar alimentos nocivos para la salud. y finalmente dos años y una multa de 300.000 euros por vender alimentos corruptos o tóxicos.

La fiscalía también precisa que la autopsia de la mujer de 32 años fallecida en Isla de Francia se realizará este viernes. Los resultados se conocerán a principios de la próxima semana.