Los viajeros que iban a partir este viernes por la noche desde Montparnasse deben tener paciencia. El tráfico de trenes se interrumpió en la estación de París, luego de «problemas de señalización relacionados con el mal tiempo al sur de Massy», en Essonne, anunció SNCF al comienzo de la noche.
“Actualmente, el tráfico está muy perturbado en la entrada y salida de la línea de alta velocidad del Atlántico”, precisó, inicialmente, el grupo público. Unos minutos más tarde, la situación parecía aclararse: «El tráfico se ha reanudado desde las 17:50 horas, pero permanece gravemente interrumpido hasta el comienzo de la tarde», indicó la compañía ferroviaria en Twitter. Desde entonces, el incidente se ha resuelto «gracias a la rápida llegada al lugar de los equipos de la SNCF Réseau», anunció la empresa a la AFP. No obstante, se esperaban retrasos hasta «alrededor de las 20:00 horas».
Nada más entrar en la Gare Montparnasse, se podía ver el desorden provocado por esta avería. En una estación parisina llena a rebosar, el golpeteo violento de la lluvia sobre el techo de la infraestructura reforzaba este desagradable ambiente de espera. Los usuarios de la SNCF se amontonaron en el suelo. Un lío que se reforzaba con el enfado de ciertos viajeros, a veces sobrecargados con varias maletas y que a menudo tenían que marcharse el fin de semana o de vacaciones los viernes por la noche.
Mientras que algunos trenes se retrasaron una hora, otros fueron bastante comprensivos y no culparon a la SNCF. “Salíamos hacia el oeste en el norte de Bretaña, el tren estaba programado para las 6:12 p. m. y allí se retrasó 30 minutos”, dijo Étienne, quien está a punto de partir con su padre. Estoy molesto, pero pragmático, sabemos que es un fin de semana de muy buena salida. 30 minutos, pasa con bastante frecuencia cuando ni siquiera hay tormentas”, comentó el joven con filosofía. Un poco más adelante, otro pasajero estaba preocupado: “Mi tren debía salir para Chartres a las 6:30 p. m. pero no tengo información. Me gustaría saber si me voy a casa”, suspiró. También a la salida, Jerome esperaba con más serenidad. “No hay más estrés que eso. Se suponía que íbamos a salir para Burdeos a las 6:44 p. m. y todavía no está publicado, así que nos estamos tomando la paciencia. No le vamos a gritar a la SNCF, no va a adelantar nada”, explicó el hombre, que esperaba con su esposa.