Para poder optar al nuevo bono ecológico previsto para el 1 de enero de 2024, los vehículos eléctricos deben haber obtenido una determinada «puntuación ambiental», vinculada a las emisiones de CO2 generadas por sus materiales o su transporte, dijo este jueves el Gobierno a la AFP, confirmando información de los Ecos.
Según el rotativo, los Ministerios de Economía y Transición Energética deberán someter a consulta el viernes los proyectos de textos normativos que enmarquen la reforma de este bono ecológico, ayudas económicas concedidas para la compra o alquiler de larga duración de un vehículo poco contaminante. En función de las emisiones que generen sus materiales, montaje o transporte, cada vehículo recibirá una «puntuación ambiental», ha confirmado el Gobierno. Si esta puntuación -cuyo cálculo aún no se ha concretado- supera los 60, el modelo podrá optar a un bono ecológico.
“Esta reforma nos permitirá reservar el apoyo público a los vehículos eléctricos que tienen la mejor huella de carbono y que, por lo tanto, se producen en los países y fábricas más descarbonizados”, subrayó el ministro de Economía, Bruno Le Maire. En detalle, se tendría en cuenta la huella de carbono del acero, el aluminio y otros materiales necesarios para la fabricación de automóviles, como el vidrio, así como la transformación y luego el ensamblaje de estos materiales. Las condiciones de fabricación de la batería, que emite mucho CO2, también jugarán un papel decisivo en la obtención de esta puntuación. También se tendrá en cuenta el tipo de vehículo (coche urbano, familiar) y su medio de transporte a Francia (barco, tren o avión).
En mayo, Emmanuel Macron anunció que se reformaría el bono ecológico por la compra de un coche eléctrico para «tener en cuenta la huella de carbono» de su producción y así favorecer a los vehículos fabricados en Europa. En China, la energía para producirlos todavía depende en gran medida del carbón. Al imponer estos criterios ambientales, “damos una ventaja a las empresas francesas y europeas que se esfuerzan por reducir su huella ambiental”, aseguró la ministra para la Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher. Los fabricantes cuyos modelos no sean elegibles podrán apelar para intentar obtener una exención, se especifica en Les Echos. Se deberá presentar un archivo en el otoño y se estudiará antes de fin de año.