Un megaproyecto de piscifactoría frente a Golfe-Juan, en la Costa Azul, fuertemente impugnado por pescadores y defensores del medio ambiente, ha sido definitivamente validado por la prefectura de Alpes-Maritimes, según supimos el jueves de este último y del promotor.
Después de más de 24 meses de instrucción, Aquafrais Cannes «se complace en anunciar que su proyecto de modernización ha sido validado por la prefectura de los Alpes Marítimos», dijo a la AFP la empresa. El 24 de julio se tomó un decreto prefectoral de “autorización ambiental” para la producción de “lubina o lubina y dorada del Mediterráneo”, consultado por AFP.
Este decreto se tomó a pesar de «una opinión desfavorable» emitida en abril tras una consulta pública. Otro organismo, la Misión Regional de la Autoridad Ambiental (MRAE) había juzgado por su parte en octubre que el proyecto ofrecía «todas las garantías para el medio ambiente, porque está alejado de las praderas de posidonia» y ubicado en un perímetro «propicio» para la acuicultura. . Este proyecto, que pretende duplicar la producción local actual, se considera «beneficioso para todo un sector, y más aún para los profesionales de la Costa Azul y Francia que se beneficiarán de una oferta más amplia en circuito corto, y de calidad superior, en un mercado dominado en más del 85% por las importaciones griegas y turcas”, agregó Aquafrais en un comunicado de prensa.
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La empresa familiar, creada hace 35 años y que ya explota varias piscifactorías en esta parte de la costa y produce 570 toneladas de pescado al año, prevé aumentar su producción hasta las 1.200 toneladas en 2026. Para ello, unirá tres concesiones dispersas y adquirirá una estructura singular de 24.000 metros cuadrados frente a Vallauris-Golfe-Juan. Se cerrarán dos concesionarios en Cap d’Antibes y Théoule-sur-Mer.
La compañía, que alcanza una facturación aproximada de 5 millones de euros al año, prevé invertir «varios millones de euros, que permitirán incrementar la producción de pescados nobles en Francia (dorada y lubina), crear 20 puestos de trabajo en además de los 35 existentes, en cumplimiento de las normas ambientales”, según su director gerente Jérôme Hémar.
El proyecto ha suscitado fuertes protestas de pescadores profesionales y navegantes que el pasado mes de febrero organizaron un desfile de un centenar de embarcaciones entre los puertos de Golfe-Juan y Cannes, para denunciar su impacto sobre el medio ambiente y los peligros que representaría para la navegación. Los pescadores profesionales de Golfe-Juan, que son media docena, también se alzaron en armas, denunciando la acuicultura “industrial” y lamentando, según ellos, la pérdida de una superficie de trabajo de 12 hectáreas. Una petición contra el proyecto recolectó más de 2.500 firmas y recibió el apoyo de algunos funcionarios electos.