Desde la confirmación de Elisabeth Borne al gobierno, han estado diciendo que “nada cambiaría”. La esperada remodelación se produjo este miércoles y las oposiciones van bien encaminadas en sus críticas al nuevo elenco ministerial. La diputada verde Sandrine Rousseau denuncia un gobierno que premia «los servicios prestados durante el período de jubilación». “La bonificación para las ojeras”, replica el rebelde Adrien Quatennens. El presidente del Comité de Finanzas Éric Coquerel cree que la remodelación “no cambiará mucho ya que la política de este gobierno se hace en el Elíseo”.

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En el Rally Nacional, el vicepresidente de la Asamblea Nacional Sébastien Chenu afirma que esta remodelación no tendrá más efecto que una «espada en el agua». Y el diputado de Var Laure Lavelette para evocar un «juego de sillas musicales» que «no cambiará la situación».

A la derecha, el líder de los republicanos en la Asamblea Nacional, Olivier Marleix, dice estar satisfecho de que ninguna figura de su partido haya entrado en el gobierno. “Había alertado al gobierno de que era conveniente acabar con este jueguecito de caza furtiva individual”, recordó. Por su parte, el presidente LR Éric Ciotti advierte que “una enésima remodelación no puede constituir una respuesta seria a la crisis que atravesamos”.

Además, muchas figuras del Nupes tejen un vínculo entre la destitución de Pap Ndiaye y las críticas que había dirigido a los medios del grupo Lagardère unos días antes. “Objetivo de todos los ultrajes de la extrema derecha, Pap Ndiaye es destituido…”, lanza el diputado de Seine-Saint-Denis Alexis Corbière. El primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, continúa: «Primera lección para el inicio del año escolar: no se critica a Vincent Bolloré con impunidad».

Por el contrario, Marion Maréchal se muestra encantada con la marcha del «ideólogo Pap Ndiaye», al tiempo que asegura que no espera un «milagro para el futuro». Sébastien Chenu, por su parte, calificó al exministro de Educación Nacional como un “deconstructor absoluto” que habrá sido “angustiosamente inútil”, y cuyo historial es un “fracaso total”.

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Si Sébastien Chenu admite que el exministro de Cuentas Públicas Gabriel Attal está en desacuerdo con Pap Ndiaye, el nuevo ocupante de la rue de Grenelle está lejos de ser unánime. El sucesor de Pap Ndiaye fue educado en el sector privado, y muchos en la izquierda no dejan de señalarlo. El nombramiento de Gabriel Attal “manda una muy, muy mala señal a las escuelas públicas, a la promoción de la Educación Nacional”, considera la diputada rebelde Clémence Guetté.

Además, desde ayer se vinculan acusaciones de un “estrechamiento de la macronie”. “Podemos ver que las personas que ingresan al gobierno son los fieles de la macronie”, señala, entre otros, Sébastien Chenu, invitado de BFM TV este viernes 21 de julio.

Figura en el campo presidencial desde la primera elección de Emmanuel Macron, la nueva Ministra Delegada para la Solidaridad Aurore Bergé ha sido acusada de «mentirosa en jefe sobre la reforma de las pensiones» por la diputada LFI Clémence Guetté. Por su parte, la electa RN Laure Lavalette recordó los reveses del ex líder de los diputados renacentistas. “La traición política paga”, observa el funcionario electo.

Además de las personalidades nombradas, la forma en que se reveló su nombramiento genera interrogantes. Mientras los nombres de los nuevos participantes se filtraban el jueves por la tarde, el primer secretario general del Partido Socialista, Olivier Faure, tuiteó: “Nunca había visto tal desorden en la cima del estado. Ministros que se autodesignan, salientes que hablan cuando no se ha producido comunicación oficial”. «Después de los 100 días de apaciguamiento… las 100 horas de la reorganización durante las cuales los ministros se designan a sí mismos cada 10 minutos», abunda Boris Vallaud, líder de los diputados socialistas en la Asamblea Nacional que denuncia un «gobierno de síndicos y colaboradores». Y para concluir: «Nada cambiará».