Es una práctica que ha experimentado un auge gracias al Covid y los confinamientos, y que sin duda se está convirtiendo en una de las costumbres de los franceses, en unas categorías más que en otras… El reparto de comidas a domicilio es hoy ya un hábito compartido por una cuarta parte de la población, según una encuesta publicada esta semana por el Observatorio Cetelem y realizada por Harris Interactive*.

El 26 % de los encuestados dice específicamente que le envían las comidas a su casa (desde un restaurante o a través de un servicio dedicado como UberEats o Deliveroo) «al menos unas cuantas veces al mes». No se abusa de la imagen joven y parisina, o al menos metropolitana, de esta práctica. Casi uno de cada dos jóvenes de entre 18 y 24 años (48 %) es fan, frente al 14 % de los de 50 a 64 años y el 5 % de los de 65 años o más.

Los parisinos también están sobrerrepresentados entre los clientes de este tipo de oferta: el 41% la disfruta en la aglomeración parisina. Son el 31% en las grandes ciudades, pero solo el 19% en las ciudades pequeñas y medianas y el 15% en las zonas rurales. En este último, surge el problema de la accesibilidad, ya que el 18% de los encuestados que viven en el campo dicen no tener acceso a este tipo de servicio cerca de sus casas.

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Prueba de que el reparto de comidas a domicilio se ha convertido en algo habitual, no ha sufrido en absoluto el periodo de inflación en el que Francia está inmersa desde hace varios meses. Sin embargo, este tipo de comidas es percibido como «caro» por el 89% de los encuestados (93% para comidas en restaurantes y solo 26% para comidas totalmente caseras). Los encuestados son incluso un 44% que estiman usarlo más hoy que hace unos meses (frente a un 29% menos). Más de uno de cada dos franceses (56%) admite que ya no puede prescindir de él.

Las entregas de comidas se convierten así en un elemento de gasto por derecho propio en el presupuesto familiar. Los que son seguidores dicen que ponen una media de 83 euros al mes. Una cifra que asciende a 121 euros entre los franceses de renta alta.

Esta práctica se afirma así como un verdadero competidor de las comidas en restaurantes. Casi seis de cada diez franceses (59%) admiten gastar más dinero en estos servicios de entrega que en salir a cenar. En las noches de los días laborables, más de uno de cada dos franceses (53 %) dice estar a favor de esta solución, en comparación con el 73 % que prefiere ir a un restaurante las noches de los fines de semana. Pero el delivery aún tiene un largo camino por recorrer para destronar a los establecimientos de restauración en el corazón de los franceses. Si una cuarta parte de los franceses utiliza la entrega, todavía son el 47% para ir al restaurante «al menos algunas veces al mes».

*Encuesta realizada por Harris Interactive en línea del 10 al 14 de marzo de 2023, en una muestra de 1035 personas representativas de la población francesa de 18 años o más. Método de cuotas y ajuste aplicado a las siguientes variables: sexo, edad, categoría socio-profesional y región del entrevistado.