Después de la sopa de guisantes y de tomate en los cuadros de Van Gogh, los activistas ecologistas arrojaron sopa –aparentemente de nuez– a la cara de la Mona Lisa este domingo. Situado en el Louvre, el cuadro más famoso del mundo está afortunadamente protegido por un cristal blindado. Los activistas del colectivo «respuesta alimentaria» justificaron su acción por su deseo de promover «el derecho a una alimentación sana y sostenible», constató un periodista de la AFP. El lanzamiento de sopa se presenta como “el inicio (de una) campaña de resistencia civil, que conlleva una demanda clara, beneficiosa para todos: seguridad social para una alimentación sostenible”.

Muy rápidamente, el museo evacuó la sala donde se encuentra el cuadro y puso en marcha la operación de limpieza. La obra de Leonardo da Vinci, expuesta tras un cristal protector desde 2005, ya ha sido víctima de vandalismo en varias ocasiones. En mayo de 2022, fue objeto de un creampie. El patrocinador de esta acción comenzó a gritar: “Hay gente que está destruyendo la Tierra (…) Todos los artistas, pensemos en la Tierra. Por eso hice esto. Piensa en el planeta”.