Gérald Darmanin pidió el lunes a los prefectos reforzar la seguridad cerca de las iglesias durante las fiestas de la Ascensión (9 de mayo) y de Pentecostés (19 de mayo), citando el «altísimo nivel de amenaza terrorista».

«La persistencia de fuertes tensiones a nivel internacional», en particular la guerra en Gaza entre Hamás e Israel, exige «mantener una gran vigilancia respecto de las manifestaciones y los lugares de culto cristiano», añade el ministro del Interior en un telegrama consultado por la AFP. Se invita a los prefectos a prestar especial atención a los servicios y reuniones «que tradicionalmente atraen a un gran público o que son objeto de especial sensibilidad».

Los lugares más sensibles deben estar asegurados por «una presencia estática en las horas de llegada y salida de los fieles», con el apoyo «sistemático» de los soldados de la fuerza Sentinel, continúa Gérald Darmanin. El sistema Vigipirate fue elevado el 24 de marzo a su nivel máximo, “ataque de emergencia”, tras el atentado de Moscú reivindicado por el grupo Estado Islámico.