Bloqueo ruso de los puertos ucranianos, restos de drones rusos encontrados en Rumanía… Le Figaro hace balance de los últimos acontecimientos de la guerra en Ucrania.
Occidente está intentando apagar el fuego. No hay indicios de que los restos de un avión no tripulado ruso encontrados en Rumania sean una señal de un ataque ruso deliberado contra el país miembro de la OTAN, dijo el jueves el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Este último precisó que Rumanía había informado a la Alianza Atlántica de este descubrimiento que demuestra «el riesgo de incidentes y accidentes», afirmó ante los diputados europeos en Bruselas.
«No tenemos información que indique un ataque deliberado por parte de Rusia y estamos esperando los resultados de la investigación en curso», añadió, durante una audiencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo. «Más allá de este resultado, lo que hemos visto son intensos combates y ataques aéreos cerca de las fronteras de la OTAN», añadió Stoltenberg.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, de visita en Ucrania, mantuvo una conversación telefónica sobre la investigación en curso con su homóloga rumana Luminita Odobescu, según informó el Departamento de Estado. También discutieron la posibilidad de “cooperación adicional para preservar la seguridad del espacio aéreo”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
El bloqueo ruso de los puertos marítimos ucranianos desde que se retiró de un acuerdo sobre cereales negociado por las Naciones Unidas y Turquía es “escandaloso” y “debe terminar”, dijo Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, a los periodistas en Nueva Delhi. “Es francamente escandaloso que Rusia, después de poner fin a la iniciativa sobre cereales del Mar Negro, esté bloqueando y atacando los puertos marítimos ucranianos. Esto debe parar”, declaró Charles Michel en vísperas de una cumbre del G20.
Rusia se retiró del acuerdo después de decir que no había logrado el objetivo de aliviar el hambre en África. Desde entonces, el Kremlin ha pedido a Turquía que ayude a Rusia a exportar su grano a los países africanos sin la intervención de Ucrania. «La oferta del Kremlin de un millón de toneladas de cereales a África es absolutamente cínica», añadió Charles Michel.
Ucrania y Rusia son los principales exportadores de cereales y aceite de semillas. El acuerdo sobre cereales del año pasado ayudó a bajar los precios mundiales de los alimentos y proporcionó a Ucrania una importante fuente de ingresos para su esfuerzo bélico. «Los barcos que transportan cereales deben poder acceder al Mar Negro con total seguridad», destacó Charles Michel, precisando que la iniciativa de las Naciones Unidas permitió inicialmente entregar 32 millones de toneladas al mercado, «en particular a los países en desarrollo».