Contrariamente al tiempo en Cannes, prevaleció un aviso de buen tiempo en el Marché du film, la plataforma comercial del Festival de Cine de Cannes. Esta edición, que tuvo como invitado de honor a España, cerró el miércoles con «una participación récord», con más de 14.000 profesionales acreditados de 120 países. La añada 2023 supera con creces el último récord establecido en tiempos previos a la pandemia: el de 2019 con 12.500 acreditados.
“Superamos las cifras anteriores a la crisis del Covid, lo que es un excelente indicador”, saludó el director general Guillaume Esmiol. Esta progresión se explica «por el aumento del número de profesionales de Asia y África, continente que tenía bandera o algunos países en particular como Australia o España», descifra el directivo. «Han vuelto otros países, como Marruecos o Sudáfrica”, mientras que India, invitada de honor el año pasado, “ha incrementado aún más su participación”.
España estuvo en el punto de mira, con más de 500 profesionales presentes, beneficiándose así de “más visibilidad gracias a una serie de presentaciones privilegiadas de obras o proyectos”. El mercado cinematográfico “no puede contrarrestar la disminución de la producción cinematográfica o la asistencia al cine” en algunos países. Pero, siguiendo el ejemplo de España, “permite atraer futuras producciones y encontrar oportunidades de negocio”, explicó además su subdirectora.
Entre los títulos que levantaron la fiebre de las subastas, la tercera entrega de las aventuras del oso Paddington. Sony se ha hecho con los derechos de la película familiar, producida por StudioCanal, para el continente norteamericano y varios territorios no europeos.
En la carrera por la Palma de Oro, el drama pastiche de Todd Haynes May December, protagonizado por Julianne Moore y Natalie Portman, llevó a Netflix a sacar la chequera. La plataforma pagó 11 millones de dólares para ser la distribuidora en Estados Unidos de este juego de espejos entre las dos actrices.
La distribuidora de cine independiente Neon, famosa por su sátira parasitaria de Corea del Sur ganadora de un Oscar, continuó con su fervor y consiguió la aclamada película de prueba de Justine Triet, Anatomy, con una caída. El drama, que podría ganarle a la actriz alemana Sandra Hüller un premio de interpretación en Cannes, puede esperar, si tiene éxito, ser destacado en la próxima temporada de premios.
Pero estos éxitos no pueden ocultar el nerviosismo del Mercado del Cine ante la perspectiva de un Hollywood paralizado por una huelga general de sus talentos. Desde principios de mayo, los guionistas se han detenido ante la llamada de su sindicato. Piden a estudios, canales y plataformas mejores remuneraciones, derechos de autor más fuertes y garantías contra el uso de inteligencia artificial.
Su movimiento podría convertirse en una bola de nieve. El sindicato de directores también ha iniciado negociaciones para actualizar su red. El sindicato de actores pronto debe hacer lo mismo. En caso de fracaso de las negociaciones, sus miembros han aprobado el principio de huelga. Tal convergencia de gremios sería histórica.
Los efectos de la movilización de los guionistas se sintieron por primera vez en los programas diarios de entrevistas y entretenimiento. Pero desde entonces el movimiento ha paralizado varios rodajes de series esperadas, como Stranger Things. Anticipándose, algunas emisoras han hecho grillas para volver sin ficción, apostando por los reality shows y la actualidad. Lo que podría precipitar el fin del “pico de la TV”, esta era de prosperidad y crecimiento desesperante de las telenovelas.
Las películas tampoco se salvan. Los participantes del Film Market han comentado mucho sobre la suspensión sine die de los rodajes de largometrajes lucidos por Aziz Ansari y Keanu Reeves. La Isla, que reúne a la pareja Joaquin Phoenix y Rooney Mara, fue detenida el día anterior al primer golpe de cigüeñal al no poder obtener un depósito de las aseguradoras que temen que la convocatoria de huelga del sindicato de actores se haga realidad. .