Fotos raras del rodaje, carteles, el guión original más completo de los años 50 que existe porque está anotado por el guión de Gérard Oury, bocetos, restos del famoso chicle falso… Del 16 al 21 de octubre, La Ciotat se impone una vez más. como lugar de memoria del 7º arte. Además de la reserva ya posible para el salón de los hermanos Lumière donde se realizó la primera proyección de cine privada y gratuita, la visita guiada al Edén, el cine más antiguo del mundo y a la villa de Michel Simon en Calanques, esta pequeña ciudad en el borde de mer tiene la suerte de contar entre sus residentes con el director Olivier Dahan y también con Stephan Guérard, el mayor coleccionista de souvenirs de Louis de Funès.
Después de haber prestado en gran parte su colección para la gran exposición de la Cinémathèque de París en 2020-2021, este agente municipal de cuarenta y tantos años celebra el estreno hace cincuenta años, el 18 de octubre de 1973, de Las aventuras del rabino Jacob de Gérard Oury. “La exposición dura sólo una semana pero quería conmemorar la ocasión. Rindamos homenaje, como es debido, con motivo de este 50 aniversario, a esta película que es una obra fraterna contra el racismo y el antisemitismo y donde, por supuesto, predomina la risa para nuestro mayor placer, afirma este entusiasta que también muestra su fiel y magnífica correspondencia con este gran cineasta que fue Gérard Oury desde 1992 hasta su muerte en 2006”.
En 2020, Danièle Thompson nos dijo: “Stéphan Guérard es un joven que empezó a escribirle a mi padre Gérard Oury hace treinta años. Mi padre siempre fue muy amable con él. Lo recibió en París y comenzó a mantener correspondencia con él. Fue Stéphan quien organizó una exposición de gran éxito dedicada a mi padre en septiembre de 2018. Fui allí y aprovechamos para inaugurar una plaza Gérard-Oury (en el distrito 8 de París, ndr). Stéphan es un chico adorable, un poco ingenuo a veces pero su colección es extraordinaria. Estoy absolutamente sorprendido por lo mucho que ha acumulado a lo largo de los años”. ¿El modelo de los decorados y la varita del maestro de capilla Stanislas Lefort en La Grande Vadrouille? Los tiene en su cueva de Ali Baba. Como la partitura de La Marche des gendarmes y Les plumes de paon de L’Avare que se abren y se cierran.
Todos sus tesoros (tiene miles) se guardan en su casa de La Ciotat. Un cepillo para el pelo, carteles de películas, 10.000 raras fotografías autografiadas por personas con las que trabajó el actor, 6.000 cartas y recortes de prensa… Stéphan Guérard es, con diferencia, el coleccionista de souvenirs más importante de Louis de Funès. Esta pasión por Louis de Funès se afianzó cuando éste tenía entre ocho y diez años, en los años 80, poco después de la muerte del actor. “No sé por qué”, dice hoy. Me hizo reír y quise saber más, ya era un apasionado del cine. Amo a Gabin, Fernandel, Annie Girardot… ¿Quizás él me dio el cariño que me faltó en mi juventud? » Y se apresuró a añadir: “no hay ninguna identificación por mi parte. »
Su familia trabajaba, como muchas otras, en el astillero de La Ciotat. Nunca comprendió del todo ese ardor hacia el intérprete del intendente jefe Cruchot. Y sobre todo sus padres, angustiados ante este entusiasmo abrumador que se apoderaba de su único hijo. Él, tan tímido y tan salvaje, demuestra un extraordinario descaro a la hora de saber más sobre su ídolo. Repasa metódicamente los créditos de las películas y, gracias al directorio de la profesión, la famosa guía roja Bellefaye que contiene las direcciones personales de cada persona, va a ver una por una a las personas que trabajaron junto a Louis de Funès. Los técnicos, los decoradores, los actores secundarios… Les escribe y luego llama literalmente a su puerta. “Así me puse en contacto con Gérard Oury, Annie Girardot, Pierre Mondy y Michel Galabru”. A cada persona le pide un testimonio escrito de sus recuerdos con Louis de Funès.
En La Ciotat se le considera desde hace tiempo un simpático narrador. “Y entonces nos dimos cuenta de que este amante de los artistas había logrado mantener correspondencia con muchos de los grandes nombres del séptimo arte”, afirma Michel Cornille, presidente de Eden. Y le regalaron un montón de objetos por pura amistad. Cuando vienen a Eden a presentar sus películas, siempre piden ver a Stéphan y todos quedamos impresionados por su nivel de complicidad.
Del 16 al 21 de octubre en la Oficina de Turismo de La Ciotat, bulevar Anatole-France, www.destinationlaciotat.com