Los arqueólogos han descubierto los instrumentos de viento más antiguos de Oriente Próximo, pequeñas flautas utilizadas hace más de 12.000 años para imitar el grito de una especie de rapaz que jugó un papel fundamental en la cultura de las poblaciones locales.

«¡Maldita sea, es una flauta!» exclamó el arqueólogo Laurent Davin cuando descubrió el año pasado que los siete objetos excavados, el más antiguo en 1998, eran instrumentos de viento. “Eran huesos de aves, dispuestos como tales tras la excavación, entre otros mil”, y que una vez reexaminados por el arqueólogo revelaron su secreto. El sitio del descubrimiento, Eynan-Mallaha, un sitio arqueológico en el actual norte de Israel, albergó la cultura Natufian hace 12.000 a 15.000 años.

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“El homo sapiens siempre había sido móvil hasta entonces. Los cazadores-recolectores de esta cultura inician un gran cambio al volverse sedentarios”, dice Laurent Davin, adscrito a la Universidad Hebrea de Jerusalén, autor principal del estudio publicado el jueves en Nature Scientific Reports con Jose-Miguel Tejero, de la Universidad de Viena. .

El diminuto objeto era fácil de ignorar. Tomado del ala de una gallina de agua, el hueso mide menos de diez centímetros de largo y está perforado con pequeños agujeros difíciles de distinguir en el conducto, que tiene menos de medio centímetro de diámetro.

Los artesanos tenían «cierta noción de la acústica», entendían que «cuanto más estrecho es el conducto de aire, más alto es el sonido», dice el arqueólogo. Con el resultado, cuando se sopla en el objeto, de «imitar el canto de las aves rapaces».

Sin duda, los investigadores produjeron, en el laboratorio veterinario de Nantes, una réplica exacta de las flautas Eynan-Mallaha utilizando un hueso de ala de pato, trabajado con un pedernal. Y comparó el sonido producido con el de más de sesenta especies de aves cazadas por los natufienses y cuyos restos se han encontrado en el yacimiento. «El análisis espectral coincidió exactamente con el de los halcones», dice Laurent Davin. Es el instrumento de canto de pájaros más antiguo conocido hasta la fecha, según el científico.

La rapaz identificada tuvo un papel visiblemente importante en la cultura de los natufianos, siendo sus garras utilizadas como adorno. Hipótesis avalada por el hallazgo de figurillas de pájaros en barro, al menos una de las cuales representa claramente un ave rapaz (estas obras serán objeto de una publicación).

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Las flautas pueden haber sido utilizadas como señuelos para cazar estas aves, pero los investigadores señalan que el sitio contiene pocos restos de tales aves. La hipótesis de su uso para la cetrería es en sí misma muy difícil de probar.

Quedaba el de su «integración en las prácticas musicales, y eso es algo de lo que tenemos muchos ejemplos en la etnografía», explica Laurent Davin. Como entre los indios de las llanuras, todavía hoy en los Estados Unidos, que usan en las ceremonias flautas hechas con huesos de águila. Este es también el caso, por ejemplo, “en Papua Nueva Guinea donde los cantos de los pájaros del bosque se incluyen en las ceremonias”, continúa el arqueólogo.

El «descubrimiento» casual de estos instrumentos en Eynan-Mallaha debería conducir a un nuevo examen de otras colecciones de huesos en el área. “Es muy probable que se encuentren en otros lugares de Oriente Próximo”, concluye el investigador.