La huelga de guionistas de Hollywood, que actualmente paraliza la producción de películas y series en Estados Unidos, alcanzó este miércoles el umbral simbólico de los 100 días, las plumas de la industria imputando ese umbral simbólico de «vergonzoso» a los estudios. Después de más de tres meses de huelga, la brecha entre el poderoso gremio de guionistas (WGA) y los jefes de los estudios y plataformas de streaming parece aún abierta. No se ha llegado a ningún acuerdo para retribuir mejor a los guionistas con los beneficios del streaming, ni para regular el uso de la inteligencia artificial en la industria.
Desde el comienzo de este movimiento social, los dos partidos apenas se han hablado. Y a mediados de julio, la crisis se agudizó con la entrada en huelga de los actores, que llevan reivindicaciones similares. Paralizado casi por completo, Hollywood no había experimentado un doble movimiento social desde 1960.
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«La negativa a considerar seriamente las propuestas razonables de los guionistas ha hecho que la huelga de la WGA dure 100 días y no ha terminado», dijo la WGA a la AFP el miércoles, denunciando esta duración como un «umbral vergonzoso» para los estudios. Los estudios «son totalmente responsables de cerrar la industria», agregó el sindicato en un comunicado, y señaló que cumplir con las demandas de los huelguistas costaría «mucho menos que el daño causado por su intransigencia».
La última huelga de escritores en 2007-2008 duró 100 días y le costó a la economía californiana 2.100 millones de dólares, según una estimación del Instituto Milken. Pero esta vez, no hay salida a la vista. Después de tres meses de silencio en la radio, guionistas y estudios retomaron el diálogo el viernes, durante una reunión que permitiría considerar la reapertura de las negociaciones. Pero esta reunión quedó en nada.
Unas horas antes de la reunión, la WGA dudó de la buena fe de los estudios en un mensaje dirigido a sus miembros. La patronal reaccionó denunciando una retórica “lamentable”. “Esta huelga ha perjudicado a miles de personas en esta industria y la tomamos muy en serio. Nuestro único objetivo es que la gente vuelva a trabajar”, aseguraron los estudios, agrupados bajo los auspicios de la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP).
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Para Charlie Kesslering, presente este miércoles en un piquete frente a las oficinas de Netflix en Los Ángeles, la lucha de los guionistas es una «lucha existencial» y «tomará mucho más de 100 días para que desaparezca la motivación». “Se trata de asegurarnos de que las carreras que tanto amamos sigan siendo carreras y sigan siendo una forma viable de ganarse la vida”, agregó este guionista.
