Admirar nuestro planeta en órbita, disfrutar de unos minutos de microgravedad… De momento, los turistas espaciales que han pagado cientos de miles de euros para saborear estos privilegios sólo se cuentan por decenas. Los raros vuelos que salieron de la Tierra con fines puramente turísticos duraron solo unos minutos, como el Virgin Galactic 02 que despegó el jueves 10 de agosto. Pero las empresas de turismo espacial están decididas a democratizar el acceso al espacio ofreciendo “estancias” cada vez más largas y lejanas. Axiom y Space X (la empresa de Elon Musk), por ejemplo, planean organizar vuelos de diez días alrededor de la luna.
Con esta forma de turismo destinada a desarrollarse en los próximos años, surge una pregunta aparentemente trivial: ¿cuáles son los riesgos de hacer el amor en el espacio? Si los viajeros que tienen relaciones sexuales en un avión se arriesgan, en el peor de los casos, a una multa (o incluso a prisión para los infractores reincidentes), ¿qué pasa más allá de la línea de Kalman, la frontera imaginaria entre la Tierra y el espacio ubicada a 100 km sobre el nivel del mar? «No es realista suponer que todos los participantes en el turismo espacial se abstendrán de la actividad sexual», señalan los investigadores en el preámbulo de un estudio publicado en abril de 2023 y transmitido por el medio estadounidense Insider.
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«La verdadera preocupación no son las interacciones sexuales en sí mismas, sino el riesgo de concepción humana en el espacio», escribió el coautor David Cullen en un artículo publicado por The Conversation. Si una mujer queda embarazada después del sexo extraterrestre, existen riesgos de que la radiación cósmica perjudique el crecimiento de un óvulo recién fertilizado, incluso unos días después del acto, resume. En cuanto a los anticonceptivos, “no podemos estar seguros de que sean tan efectivos fuera del planeta Tierra [porque] no se han realizado estudios sobre cómo los anticonceptivos se verán afectados por los entornos espaciales”.
Según los investigadores, los riesgos son dobles, tanto para los pasajeros como para las empresas. “Los posibles efectos adversos [son] de naturaleza biológica, por ejemplo, anomalías del desarrollo en la descendencia humana, y de naturaleza social y comercial, por ejemplo, litigios, daños a la reputación y pérdidas financieras”, concluye el estudio. Por lo tanto, los científicos invitan a los involucrados en el turismo espacial a analizar la cuestión y reflexionar, por ejemplo, sobre la implementación de medidas destinadas a mitigar los riesgos de las interacciones sexuales.
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