El estruendo llega al backstage de la Ópera de París. Si bien los tramoyistas ya han entablado un enfrentamiento con la dirección con respecto a los derechos de los trabajadores intermitentes, los bailarines de ballet han hecho saber que se unirán al movimiento de huelga. Según información de France Musique, se ha presentado un aviso de huelga para las actuaciones de los días 23, 25 y 31 de diciembre.

A finales de la semana pasada, dos estrenos de El Cascanueces fueron cancelados a raíz de una huelga de tramoyistas. A principios de noviembre, dos representaciones de Turandot y Cenicienta no vieron la luz debido al bloqueo de los trabajadores del espectáculo que exigían una renegociación de sus derechos. Ahora, y por segunda vez desde junio, el cuerpo de bailarines ha anunciado que no subirán al escenario.

Las demandas no han cambiado en seis meses. “Un bailarín tiene tiempo de preparación: maquillarse, vestirse, desvestirse… Actualmente, un bailarín dedica unas 42 horas al mes a prepararse. Sin embargo, el paquete destinado a este tiempo de preparación equivale a sólo 6 horas”, explica Matthieu Botto a France Musique. Por tanto, los bailarines piden “la regularización del paquete vinculado a este tiempo de preparación”, especifica la corifea del cuerpo de baile, delegada sindical de la CGT.

La convocatoria de huelga se presentó como reacción a las medidas adoptadas por la dirección de la Ópera en los últimos meses, medidas consideradas insuficientes por el cuerpo de baile. «Nuestra demanda no fue realmente atendida por la dirección general», opina Matthieu Botto. Prefirió proponer una reorganización de la jornada del bailarín, con más ensayos, terminando uno más temprano. Pero eso no era en absoluto lo que el ballet quería originalmente”.

“Nuestro objetivo no es hacer huelga: no queremos perder dinero ni para la Ópera ni para los empleados, ni queremos que el espectador esté descontento. Queríamos una consulta preventiva que no se realizó y, lamentablemente, en la Ópera, como en otras estructuras, esto siempre implica equilibrio de poder”, testifica la bailarina de 35 años.

Los tramoyistas de la Ópera, que habían presentado un nuevo aviso de huelga para esta semana, fueron escuchados: obtuvieron el reconocimiento del transporte de cargas pesadas y un aumento de salario.

El lunes 11 de diciembre se llevó a cabo una reunión con la dirección general. Si este último regresara pronto a los bailarines con una carta, Matthieu Botto no parecía muy optimista: «Lo que pasó esta mañana no se presta en absoluto al entusiasmo…», declaró al salir de la reunión el lunes.