Es la más literaria de los “caricaturistas” británicos. En Francia, a menudo se dice que Posy Simmonds es un Sempé con humor inglés. Posy, de 78 años, está actualmente encantado de volver a las bibliotecas estudiantiles, en este caso al BPI del Centro Pompidou, donde una retrospectiva corona más de cincuenta años de carrera como caricaturista de prensa y autor de libros gráficos. “Sigo haciendo lo que me encantaba cuando tenía 9 años: crear cómics”, dice. Enmarcamos sus dibujos juveniles, lo que la hace sonreír. “Los curadores del Centro Pompidou eligieron de mí lo que querían exponer. No necesariamente me gustó todo pero redescubrí cosas viejas que había olvidado. Para mí, estos siguen siendo dibujos de trabajo. Además, en algunos vemos las huellas dactilares del editor o el círculo de la taza de café…”
Uno de ellos es un autorretrato a lápiz que la representa con un pañuelo alrededor de la cabeza, la visión de una mujer joven con la mirada de Margaret Thatcher. “Tenía 17 años y llegué a París, del campo cercano a Londres, vestida de tweed, para estudiar en la Sorbona. No estaba acostumbrado a la ciudad. Incluso me asusté y al mismo tiempo todo era nuevo. Me encantó todo: el olor a gas, café y ostras. En lugar de ir a clase visité París, el Jeu de Paume, el Louvre, los grandes almacenes. Unos meses más tarde, llegué a casa con bailarinas y minifalda con delineador de ojos. “Oye dioses”, me dijo mi abuela, angustiada por todo este negro, ¡color del luto!”
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De esta estancia parisina, además de cierta elegancia, Posy Simmonds conserva notablemente el amor por la lengua francesa, que domina a la perfección.
La retrospectiva recorre el viaje de una niña inglesa harta de la revista Punch, que miraba desde los 3 años sin entender necesariamente lo que leía. A los 8 años, su padre le regaló para Navidad una resma de magnífico y grueso papel blanco. “Lo escondió en un cajón y lo ató con un lazo. Este remo formó parte de gran parte de mis dibujos de infancia”. Su primera caricatura de prensa será un encargo del Times mientras ella tira al diablo por la cola. Pero fue The Guardian el que le trajo estabilidad y luego éxito, con una contribución diaria en las páginas femeninas. El gran periódico de la izquierda liberal británica fue considerado un pionero en el tema, pero también objeto de burlas por su contenido, considerado feminista y trivial por algunos detractores.
“No me interesaban tanto los dibujos políticos, quería mostrar la vida de la gente. Estábamos hablando de divorcio, salario o aborto y resulta que recibí muchos correos de lectores que se reconocían en mis viñetas”, explica el dibujante. Luego se interesa por las madres, a menudo insatisfechas con su vida, profundiza en su psicología sin ser jamás grandilocuente, destaca y detalla la época. Algunos de sus personajes se convierten en heroínas de historias de larga duración, como la asistente de True Love, Janice, enamorada de su jefe, directora de una agencia de publicidad, mujeriego y, en última instancia, ridícula.
Considerada por algunos la primera novela gráfica británica, True Love se reedita ahora en el catálogo de la exposición del Centro Pompidou. Descubrimos este humor picante, voluntariamente feroz, que dio en el blanco con los directores Stephen Frears y Anne Fontaine. Ambos adaptaron respectivamente sus novelas gráficas Tamara Drewe y Gemma Bovery, cuyas magníficas láminas adornan las paredes del BPI. Fue con estas obras literarias que el diseñador logró el éxito en Francia. En 2000, Gemma Bovery, inspirada por la novela de Flaubert, que adapta brillantemente a nuestros tiempos, lanzó la colección de novelas gráficas Denoël. La historia se publicó por primera vez en The Guardian.
“Mirando hacia atrás, es lo más difícil que he tenido que hacer en mi vida”, recuerda Posy Simmonds. Acordamos publicar cien episodios en un espacio muy alto. Un espacio muy restrictivo para una historia con un texto tan denso, ¡pero al final tuve mucha libertad para experimentar! Me pareció emocionante estar en algo vivo que surgía todos los días”.
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En el Centro Pompidou se exponen los grandes cuadernos de estas aventuras literarias, concebidos como los guiones de un cineasta que elegiría a sus personajes, realizaría pruebas de iluminación y de vestuario. Revelan toda la inventiva y la frescura de un diseñador “de texto” que tiene bastantes herederos en Francia, desde Catherine Meurisse hasta Riad Sattouf.
“Posy Simmonds. Drawing Literature”, en el BPI del Centro Pompidou (París 4), hasta el 1 de abril de 2024. El catálogo se amplía con 68 páginas de obras inéditas, entre ellas “True Love”, Denoël Graphic, 25 €.