“En el mundo de Harry Potter, existe una entidad fría, sin corazón y chupadora de alegría”. Y no, no se trata de los «Dementores», personajes altos y encapuchados que merodean el mundo del famoso mago de anteojos, sino de su creadora, J.K. Rowling.
En una larga publicación publicada el sábado, el director de la exposición de Harry Potter en el Museo de Cultura Pop de Seattle, Washington, anunció que a partir de ahora se prohibiría cualquier referencia al escritor del museo, informa el Daily Mail.
Chris Moore acusa al autor de hacer comentarios «extremadamente odiosos y controvertidos», especialmente hacia las personas transgénero, de las que Moore dice ser. Si el museo tiene una gran colección de memorabilia, “no se mostrará más mención o imagen del autor”, precisó.
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La autora de 58 años ha sido objeto de fuertes críticas durante varios años por sus posiciones frente a las personas transgénero. En un tuit de 2020, ridiculizó la frase “personas que menstrúan”, diciendo que todas las mujeres menstrúan y se definen como tales.
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Dos días después, J.K. Rowling publicó un largo mensaje en su blog, luego en la red social X (anteriormente Twitter) con el acrónimo TERF en el encabezado (por «feminista radical transexclusiva» o feminista radical que excluye a las personas transgénero).
“Tengo cinco razones para estar preocupada por el nuevo activismo trans y decidí compartirlas con ustedes”, escribió entonces. Anteriormente había mostrado su apoyo a una mujer británica que había emprendido acciones legales contra su empleador, creyendo que había sido despedida injustamente por afirmar en particular que el sexo biológico de una persona determinaba necesariamente su género.
Estas posturas, consideradas controvertidas, le han valido a J.K. Rowling ser excluida de varios eventos relacionados con el universo del que es autora. Chris Moore aclara que “la solución no es la ideal, pero es lo que podemos hacer por el momento, a la espera de tomar medidas a largo plazo”.
