Shakespeare In Love ayudó a lanzar la carrera de Joseph Fiennes en 1998. Pero detrás de escena había poca estima entre el comediante y Harvey Weinstein, el productor del drama de época ganador del Oscar. En una entrevista concedida al suplemento dominical de The Guardian, el actor británico de 53 años revela que fue intimidado por el productor caído en desgracia, quien desde entonces ha sido condenado por violación y agresión sexual y encarcelado.

Preguntado por la falta de colaboración entre Weinstein y él tras el éxito de Shakespeare In Love, el actor explica que se negó a firmar un contrato exclusivo de cinco películas con Miramax, el estudio de Weinstein.

Pidiendo primero que esta conversación se mantuviera confidencial, antes de autorizar al periodista a parafrasearla y publicarla, Joseph Fiennes confiesa que le incomodó mucho este enfrentamiento que tuvo lugar en una habitación de hotel poco después del triunfo de la comedia romántica en vestuario.

Joseph Fiennes dice que fue puesto en alerta por la actitud amenazante y acosadora de Weinstein, que prometía paralizar la carrera del actor y convertirlo en una persona non grata en Hollywood si se negaba a firmar este contrato con Miramax. «Fue una táctica de intimidación que me puso los pelos de punta», dice la estrella de la serie distópica The Handmaid’s Tale. “La forma en que expuso sus argumentos me sorprendió. De repente me senté. Me sentí plenamente consciente, segura y lo suficientemente fuerte en mí misma como para decir ‘no te debo nada y voy a dar la espalda a esta oferta’”.

Admitiendo que todavía le atormenta esta entrevista, durante la cual Harvey Weinstein hizo comentarios impactantes que Joseph Fiennes aún se niega a repetir, el actor especifica que en ese momento nunca había escuchado rumores circulando sobre el comportamiento depredador de Harvey Weinstein. En The Guardian, el hermano menor de Ralph Fiennes cree que este acto de desafío “no lo ayudó. Weinstein fue muy claro: no me apoyaría. Pero estaba orgulloso de no ser parte de su clan.

A pesar de las notables actuaciones en Elizabeth y Shakepseare In Love, Joseph Fiennes no experimentó el meteórico ascenso que la prensa especializada le auguró. En su momento, cuando le preguntaron por sus pocos proyectos en Hollywood, explicó que prefería volver a las tablas de los teatros y su miedo a quedar atrapado en una superproducción sin cerebro.