Todo el mundo piensa en ello. La estrella belga Angèle tiene «miedo», la leyenda de los Beatles Paul McCartney lo encuentra «interesante». Una cosa es segura: los programas de inteligencia artificial (IA) que recrean las voces de los artistas están revolucionando la industria musical, consciente de que tendrá que lidiar con ello.

La voz cantante de Frank Sinatra, fallecido en 1998, se encuentra en una versión del éxito de Coolio, Gangsta’s Paradise. Angèle se sorprendió al escucharse a sí misma versionar Saiyan, el título de los raperos franceses Heuss L’Enfoiré y Gazo. El vídeo ha sido visto más de 1,8 millones de veces en YouTube. “No sé qué pensar de la inteligencia artificial. Creo que es una locura pero al mismo tiempo tengo miedo por mi trabajo», escribe la cantante a sus 3,7 millones de suscriptores en Instagram.

«La IA es demoníaca», dice el rapero californiano Ice Cube en el podcast Full Send. «Es la gota que colmó el vaso», se lamenta en sus redes el rapero canadiense Drake, especialmente afectado por estos procesos, según un tono de voz. Ya sea por una versión inconfundible de Munch, título del rapero estadounidense Ice Spice o Heart On My Sleeve, el falso dueto creado entre él y otro peso pesado canadiense, The Weeknd, fue escuchado más de 10 millones de veces en TikTok en pocas horas.

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Incluso apareció un álbum completo de Oasis, separado desde 2009, rebautizado como AIsis. “Escuché un título mejor que otras cosas que se escuchan estos días”, comenta en sus redes el cantante Liam Gallagher. En BBC Radio 4, Paul McCartney comenta: «Es algo con lo que todos estamos lidiando en este momento». Un caso ligeramente diferente para la leyenda del pop porque se grabará una canción inédita de los Beatles utilizando IA para recrear la voz de John Lennon, bajo el control de los titulares de los derechos. Nada de apropiación descabellada.

“La IA está presente en los reflejos de la industria musical o artística y es más visible que antes porque la tecnología se está volviendo más democrática”, explica Alexandre Lasch, de la Unión Nacional de Edición Fonográfica de Francia (Snep). A medida que se desarrollan las aplicaciones, se discute la regulación a nivel europeo; en Estados Unidos, uno de los hilos de la guerra es la transparencia en torno a las herramientas de IA, porque lo más importante sigue siendo el respeto por el artista y la creación”, añade. Se cuestiona la propiedad intelectual. «Lo que se protege con los derechos de autor es la expresión de una idea, y la voz no es realmente eso», estimó en primavera a la AFP Andrés Guadamuz, profesor de derecho de propiedad intelectual en la Universidad británica de Sussex.

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Un portavoz de la plataforma de streaming reina dijo a la AFP que Spotify «está llevando a cabo debates en profundidad sobre cómo gestionar el poderoso potencial de las tecnologías de inteligencia artificial». Quien especifica que la «brújula» de Spotify sigue siendo «ayudar a los artistas a conectarse con el público, monetizar su arte y construir sus carreras». La plataforma francesa Deezer indicó en junio que había desarrollado una tecnología que le permite identificar canciones clonando las voces de estrellas de la música mediante IA. «Nuestro objetivo es eliminar el contenido ilegal y fraudulento, aumentar la transparencia y desarrollar un nuevo sistema de compensación donde los artistas profesionales sean recompensados ​​por crear contenido valioso», se lee en un comunicado.

Como revela el Financial Times, Universal Music lleva desde abril pidiendo a plataformas como Spotify o Apple Music que nieguen el acceso a su catálogo a quienes deseen utilizarlo para enriquecer programas de IA. Google y Universal Music también están en conversaciones sobre posibles licencias para las melodías y voces de artistas generadas por IA, revela también el Financial Times. El objetivo es definir herramientas para remunerar a los titulares de derechos cuando los fans crean canciones de sus ídolos con programas de inteligencia artificial.