Jacques Offenbach, cuyas operetas causaron furor en el París del siglo XIX, sigue siendo una fuente de inspiración para los directores actuales. El último ejemplo es este excelente espectáculo musical en forma de un popurrí de obras del compositor, interpretado por un grupo reducido al mínimo: sólo tres cantantes y un pianista.
Una “gran” opereta en formato reducido, es una fórmula cuyo encanto actúa de manera irresistible. Nos encontramos en un salón burgués del siglo XIX, resulta ser el del propio Offenbach, que recibe la visita de una princesa de la que Justin, el criado, se enamora inmediatamente. En definitiva, estamos en el típico y hilarante bulevar y ninguna aventura puede perturbar al pianista que parece no ver nada de la intriga romántica.
El pasado mes de julio, esta obra producida por el Théâtre du Petit monde se representó en el off-festival de Aviñón y, dado su creciente éxito, ahora se encuentra en París. Martin Loizillon dirige esta creación titulada Una velada en casa de Offenbach que se inspira alegremente en las principales obras del maestro, La Périchole, La vie parisienne y La belle Hélène, para narrar las aventuras de esta exuberante princesa. El público queda encantado con la música servida por excelentes cantantes con una pasión contagiosa. Por último, cabe señalar que la pieza también se presenta en determinadas fechas en versión “mejorada” con la asistencia de nueve músicos.
Teatro Passy, los lunes a las 19 h y los sábados a las 16 h.