La financiación de los contratos de aprendizaje «parece sobredimensionada e inflacionaria», según un informe del Gobierno publicado el viernes que evalúa el coste adicional pagado a los centros de formación de aprendices (CFA) en unos 800 millones de euros en 2022 y propone reformas. Este informe de las Inspecciones Generales de Finanzas (IGF) y de Asuntos Sociales (Igas) se ha elaborado en el contexto de los debates presupuestarios sobre el apoyo estatal a las capacidades de Francia, el regulador de la formación y el programa de estudio y trabajo en déficit (546 millones en 2022). recurrente a pesar de varias dotaciones excepcionales.

Desde 2018, los CFA tienen garantizado un nivel de apoyo por cada aprendiz formado: un CFA recibirá así 6693 euros por un albañil, 4500 euros por un desarrollador web, etc. Se financian así unas 3.300 certificaciones con niveles fijados por los sectores profesionales dentro de los rangos recomendados por las competencias francesas. Pero, según la misión IGF/Igas, la diferencia entre el nivel de apoyo y el coste real de la formación sería de 1.000 euros de media por aprendiz, es decir, un margen medio CFA del 11%, «casi el doble que el del sector educativo». como un todo».

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Esta reforma de 2018, unida a las ayudas excepcionales a la contratación decididas durante la crisis de Covid, ha impulsado las entradas en prácticas (de 321.000 en 2018 a 837.000 en 2022), lo que representa un coste adicional de más de 800 millones en 2022. Según la misión, el pago de los contratos de aprendizaje podría ascender a 10.300 millones de euros en 2023 y sólo está cubierto hasta 3.600 millones por la Contribución Única a la Formación Profesional (Cufpa, impuesto que pagan las empresas).

A corto plazo, las competencias de Francia decidieron en junio una reducción media del 5% en los niveles de apoyo, es decir, un ahorro estimado en 519 millones de euros. A medio plazo, la misión emite pistas sin cuestionar ni el objetivo de un millón de aprendices en 2027 ni la lógica de la “ventana abierta” (cada contrato tiene la garantía de ser financiado). Propone así que parte de la financiación corra a cargo de las ramas en la medida en que se beneficien de las competencias desarrolladas por los aprendices.

También sugiere una reducción de los niveles de apoyo o ayuda a la contratación a partir de grado, “siendo el efecto de integración de los jóvenes al empleo menor que en secundaria y bac 1 y 2”. Por el lado de los ingresos, se podrían recuperar 300 millones eliminando determinadas exenciones de la Cufpa.