China definitivamente tuvo éxito en Devialet. Cuatro años después del inicio de su asociación con el titán tecnológico local, Huawei, el especialista francés en sonido de alta gama reveló el miércoles una importante asociación con el fabricante de automóviles BYD (Build Your Dreams). Efectivamente, la tricolor despedirá su tecnología de sonido para los modelos del grupo Shenzhen. Si este último aún no habla al gran público francés, por falta de ventas en Europa, BYD ya es un gigante en el mercado local. En 2022, el grupo chino vendió nada menos que 910.000 coches eléctricos, siguiendo de cerca a Tesla, y 1,86 millones incluidos los híbridos recargables. BYD también tiene fuertes ambiciones globales.
Devialet seguramente no integrará el habitáculo de toda la gama del fabricante de Shenzhen. La asociación actualmente se refiere a la marca Denza, anteriormente una empresa conjunta propiedad a partes iguales de Daimler y BYD y ahora controlada en un 90% por la empresa asiática. Una marca para la que BYD aún tiene todo por demostrar, tras el fallido lanzamiento del primer modelo y la salida de Mercedes de la capital. “Este es solo el comienzo de nuestra aventura, nuestro objetivo es estar presentes en todas las marcas de alta gama de BYD”, explica sin embargo a Figaro Franck Lebouchard, gerente general de la empresa Devialet. El SUV eléctrico Denza N7 será el primer vehículo en integrar la tecnología del grupo.
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Nacida con amplificadores de sonido, pero tras haber disfrutado del éxito masivo con sus altavoces «Phantom», luego con sus productos portátiles, auriculares móviles o barras de sonido, la compañía parisina abre nuevos horizontes con el automóvil: «Para un jugador como nosotros, un referente en el mundo del audio de lujo, el mercado automotriz es una gran oportunidad. Es un lugar donde la gente obviamente pasa mucho tiempo. Pero también es un sector con muchas barreras de entrada”, advierte Franck Lebouchard.
Dados los volúmenes involucrados, los gigantes del sonido están inmersos en una feroz competencia para abastecer a los fabricantes de automóviles. Devialet, prefería jugar a la paciencia. El buque insignia francés refinó su tecnología durante muchos años, antes de ofrecerla a los chinos. “Hemos estado trabajando en el automóvil durante siete años, cuando nos asociamos con Renault en el prototipo Symbioz. Este es nuestro proyecto R
China se está convirtiendo en una verdadera tierra de abundancia para la compañía tricolor. El acuerdo con Huawei sobre altavoces inteligentes y luego televisores ya había instalado la marca francesa entre el gran público. Eso con BYD, que se basa en una venta de licencias, podría llevar gracias a la notoriedad de la marca de automóviles a más ventas de parlantes y otros bienes producidos en sus fábricas en Francia. Nada despreciable, sobre todo después de los últimos meses marcados por el contexto sanitario en el lugar. “Han sido dos años difíciles, pero China ha resistido bien y sigue siendo nuestro segundo mercado tras Francia (20% de la facturación)”, explica Franck Lebouchard. Más allá del Reino Medio, Devialet ha visto triplicarse sus ventas y puntos de venta en los últimos tres años en Asia. Una icónica start-up francesa de tecnología a pesar de su ausencia en Next 40 (debido a los criterios de clasificación), la empresa francesa afirma a Le Figaro que terminó su primer año en 2022 con un resultado operativo positivo.