Después de los Restos du Cœur, la Cruz Roja Francesa también pidió ayuda el lunes: la asociación afirma que se enfrenta a dificultades financieras debido al fuerte aumento de sus costes operativos y a la afluencia de solicitudes de ayuda. «El número de personas a las que apoyamos está aumentando de forma muy significativa», afirmó Nathalie Smirnov, directora general de la Cruz Roja Francesa.

Las solicitudes de ayuda aumentaron un 7% en el primer semestre, en comparación con el mismo periodo del año pasado. Y 2022 también estuvo marcado por un aumento de las solicitudes (22%) respecto al año anterior. «También nos enfrentamos a un aumento de 45 millones de euros en nuestros costes energéticos, a pesar de los regímenes de ayuda establecidos por el Estado», añadió. “La Cruz Roja Francesa tiene un déficit de 25 millones de euros que no podemos compensar con energía”.

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Resultado: En total, la asociación espera este año un déficit de entre 45 y 50 millones de euros. «Apelamos solemnemente a la generosidad de las empresas y de las autoridades públicas para que nos ayuden a superar este año especial», afirmó la directora general de la asociación creada en 1864. El año pasado dispuso de un presupuesto operativo de 1,7 mil millones de euros, de los cuales 1,5 Miles de millones dedicados a la gestión de más de 600 establecimientos y servicios sanitarios, sociales y médico-sociales.

Cerca de 200 millones de euros se dedican a la acción social que llevan a cabo sus voluntarios, como por ejemplo programas de ayuda alimentaria. La mitad de la suma proviene de donaciones y la otra mitad proviene de las actividades de la asociación que generan ingresos (formación, servicio de primeros auxilios durante los eventos). Este llamamiento se suma al lanzado el domingo por Restos du Cœur, obligados a reducir el número de beneficiarios este invierno debido a dificultades financieras. La asociación, que necesita 35 millones de euros para cerrar el año en equilibrio, lanzó un llamamiento de ayuda al que el Gobierno y las empresas respondieron en el proceso. El ejecutivo ha prometido una ayuda estatal de 15 millones de euros, y la familia de Bernard Arnault, propietario del número uno mundial del lujo LVMH, 10 millones.