La ciudad de Grigny (Essonne), que pidió a la fábrica local de Coca-Cola que dejara de extraer agua de las aguas subterráneas para producir sus bebidas, dijo el miércoles que había llegado a un acuerdo con la empresa. Entre el municipio y la multinacional se encontró “un principio de acuerdo” para que la fábrica de Coca-Cola en Grigny “deje de verter aguas subterráneas” y “estamos en proceso de crear las condiciones técnicas” para una conexión de la planta a red pública de distribución de agua de la ciudad, dijo el alcalde (PCF), Philippe Rio.
El concejal de la ciudad dijo el martes al periódico Le Parisien que «recientemente» le había pedido a Coca-Cola que dejara de extraer agua del subsuelo. Por su parte, Coca-Cola Europacific Partners (CCEP), la embotelladora en Europa Occidental del gigante estadounidense de refrescos, indicó en un comunicado de prensa que “en esta etapa [estaba] en discusión el acuerdo con el municipio”. La compañía dice que está trabajando “con el municipio en términos de comprar agua de la ciudad para parte” de sus bebidas.
Establecida desde 1986 en Grigny, 22 km al sur de París, la fábrica emplea a 266 personas y produce botellas de Sprite, Coca-Cola y Fanta. Para ello, sacaría cerca de 780.000 m3 de agua al año de las aguas subterráneas, según una fuente familiarizada con el tema. Este modelo es hoy «ha sido», según Philippe Rio, para quien «debemos proteger el recurso [en el agua] porque no sabemos lo que traerá el mañana».
Coca-Cola fue la única que extrajo agua de esta capa freática, ya que Grigny se abastece de agua por el Sena, también explica el alcalde. “No hubo conflicto de uso en el manto freático”, subraya, y agrega que la ciudad no tiene “problema de abastecimiento” en agua. «Tenemos incluso exceso de capacidad» y «por lo tanto, podemos proporcionarles agua, no tienen que tocar un entorno natural, que debe ser preservado», insiste Philippe Rio. “Quizás en 20 años, habremos hecho bien en no tocarlo”, suplica.
Leer tambiénCoca y sangre: la represión encubierta del ejército colombiano
Por su parte, CCEP asegura en su nota de prensa que ha “invertido” en la obra de Grigny “para limitar al máximo su consumo de agua, inversiones que, según la empresa, han permitido “un ahorro de más de 50.000 m3 por año”. “Nuestras perforaciones están sujetas a autorizaciones prefectorales que son revisadas y emitidas periódicamente, y que pueden evolucionar según la situación de estrés hídrico del territorio, por decisión de los servicios del Estado”, subrayó también la CCEP.
Las extracciones de agua «cambian regularmente según la actividad sin exceder, en ningún momento, el límite de 1,2 millones de m³ autorizado», indicó la prefectura de Essonne. Estas muestras fueron autorizadas «previo estudio de los impactos hidrogeológicos», agregó. Según esta misma fuente, la empresa tiene «derecho a disponer libremente del agua de manantial y de las aguas subterráneas que se encuentran debajo» de la tierra de su propiedad, y «como todos los extractores de agua, debe pagar una tarifa a la Agencia de Agua Sena-Normandía». La filial francesa de Coca-Cola emplea en Francia a unos «2.500 empleados», en cinco fábricas, según su página web.